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viernes,
29 de
abril de
2005 |
Bielsa supedita
su candidatura
a un pedido
presidencial
El canciller Rafael Bielsa volvió a condicionar ayer su eventual postulación a diputado nacional a un pedido del presidente Néstor Kirchner en ese sentido ya que se considera "parte de un proyecto" que lo obliga a "actuar en consecuencia".
"Hasta ahora el presidente no me lo pidió. Si lo llegara a hacer, yo formo parte de un proyecto, y por supuesto que no le voy a decir que no", afirmó Bielsa.
También se barajan los nombres del ministro de Educación, Daniel Filmus, y el de la secretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, quien manifestó su voluntad de ser candidata si se lo piden.
Anécdotas y humo blanco
En otro orden, una delegación encabezada por Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, partió ayer a Uruguay para participar durante dos días de una Cumbre de Partidos de Gobiernos Progresistas en el Cono Sur.
En Montevideo debatirán funcionarios de gobiernos, embajadores y legisladores de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Con ese objetivo partieron, además de la primera dama y el jefe de Gabinete, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el secretario General de la Presidencia, Osvaldo Parrilli, y el subsecretario de Asuntos Interamericanos de la Cancillería, Eduardo Sigal.
A bordo del Fokker de la Fuerza Aérea que trasladó a Montevideo a los funcionarios nacionales se vivió un clima casi festivo por el acto de lanzamiento de campaña del PJ realizado anteanoche en el estadio de Obras Sanitarias, sobre el que se contaron no pocas anécdotas.
Quizá la más jugosa fue la vivida por Máximo Kirchner, el hijo del matrimonio presidencial. Uno de los testigos la contó así: "¿Vos con quién venís?", le preguntó con cara de pocos amigos un guardia al joven, esperando escuchar el nombre de algún dirigente a modo de salvoconducto. "Con estos dos amigos", respondió Máximo, y agregó: "Soy el hijo de Cristina". "Y yo el hijo de María Antonieta, pibe. No pasás", le cerró el paso el guardián. Recién se convenció de que estaba frente al primogénito del presidente cuando un dirigente se lo dijo.
El ánimo jocoso se cortó de golpe, cuando un tenue humo blanco comenzó a percibirse en el fuselaje del avión. Luego se supo que fue un desperfecto en el sistema de aire acondicionado. El percance dio lugar a algunas bromas (y a la confesión de cierta aerofobia por parte de un ministro y un periodista). "Ahora salen a tocar los Babasónicos", bromeó el jefe de Trabajo, Carlos Tomada, al ver que el ambiente se teñía de blanco.
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