Una banda de rockeros más que de músicos

Bulldog crece y se vuelve convocante sin abandonar su esencia punk

"Todos los perros van al cielo", es el sexto disco de esta banda, pero en realidad fue el cuarto, "Circo calesita", el que les dio el gran empujón y el reconocimiento a nivel nacional del que hoy disfrutan, aunque la independencia que insisten en sostener a capa y espada todavía los mantenga dentro de un "under" en el que siguen siendo a la vez convocantes y respetados.

La banda compartió escenarios con Attaque 77, El Otro Yo e Intoxicados y participó en ediciones de los más importantes festivales de rock del país y han visitado escenarios uruguayos y chilenos. El vocalista del grupo, Hernán Mantoani, en referencia a la evolución de Bulldog reflexionó: "Cuando nos vimos tocando en el estadio Víctor Jara de Santiago de Chile, no pude evitar recordar mis primeros pasos en la música y los orígenes de la banda".

Bulldog, cuyos músicos en una época fueron acusados por los puristas de ser "los punk del Jockey Club", grabó 12 temas en su último disco. Este abre con "Fiel" y sigue con "El grito silencioso"-del cual circula un clip en TV-, "Un manto de libertad", "Pasos perdidos", "RNR", "Sangre combativa", "Semillero" -también llevado al video clip, "Mi amor, mi sol, mi perdición", "1000 años", "Vuelve", "Ya ves" y "Verano". Entre los músicos invitados a la grabación se citan Lucas y Nicolás Bertoli y Gabriel Dambrosio en vientos, Juan Vincenti en teclados y Ileana Junkers en coros.

El primer registro de este grupo

nacido en 1989 fue "Cementerio punk" (1991), seguido de "Si yo" (1995), "Un lugar para juntarnos" (1997), "El ángel de la muerte" (1998), "Circo calesita" (2000)

y "El campo de los sueños" (2002).

Temas que según declararon los artistas, "ya ni ensayamos" y forman parte de la

demanda del público que sigue a esta banda que se define curiosamente

como "integrada por rockeros y no por músicos, pero sí dispuesta a

compartir experiencias con otras vertientes del rock".