El peronismo bonaerense evitó profundizar las diferencias internas

Díaz Bancalari exhortó a la unidad y reflexión dentro del justicialismo

Por ahora no pedirán sanciones para los felipistas

Con una exhortación a la unidad y a la reflexión, el presidente del peronismo bonaerense, José María Díaz Bancalari, buscó ayer atemperar las consecuencias de la reciente fractura de los bloques del PJ provincial producto de la virulenta lucha interna entre duhaldistas y felipistas.

En una misiva dirigida a afiliados y dirigentes del PJ provincial, el jefe del bloque de diputados nacionales advirtió que "cualquier actitud divisionista siempre sirvió a los intereses antidemocráticos y frustró las esperanzas de las mayorías populares que depositan en nosotros su confianza y representatividad".

"En este sentido, hacemos propia la preocupación de miles de peronistas que se preguntan ¿qué pasará en los distritos y en los consejos de partido si la fractura legislativa provincial hallara eco favorable en esos niveles institucionales?", dijo en el texto.

Díaz Bancalari, advirtió que "no podemos ser cómplices de los enemigos de la unidad del peronismo", al asegurar que durante el encuentro realizado anteayer en Tres de Febrero "no se avanzó" en la suspensión de los felipistas.

El titular del bloque de diputados nacionales del justicialismo comentó que ese encuentro fue entre los consejeros de la línea Lealtad (duhaldista) y, en la oportunidad, se resolvió no avanzar con la sanción a los legisladores bonaerenses que no dieron quórum en una de las sesiones en las que se trató el veto del presupuesto 2005 y la ley de financiamiento.

"Hay que ser responsables con los temas que se hablan y las cosas que se dicen porque, en realidad, lo que se resolvió por amplia mayoría fue que no se iba a avanzar" en la sanción a legisladores felipistas.

Fuentes del duhaldismo revelaron que preocupa que esta situación de división de los bloques entre duhaldistas y felipistas se pueda repetir en los distintos concejos deliberantes de la provincia e, incluso, en las intendencias.

En la mañana de ayer, el intendente de Avellaneda, Baldomero Cacho Alvarez, aseveró que se les dará una "oportunidad" de "reflexionar" a los diputados que conformaron un bloque felipista en la Legislatura provincial, antes de decidir una eventual expulsión partidaria.

"Se hará un intento para que no rompan del todo la relación con el Partido Justicialista" de la provincia, dijo, en declaraciones a una radio porteña.

Sobre la reunión de anteayer en Tres de Febrero, el jefe comunal precisó que la decisión respecto de los diputados rebeldes "es mandarlos al tribunal de disciplina (partidario), como corresponde", pero advirtió que no será tratado "de inmediato" el tema.

"En este caso, la carta orgánica marca concretamente que deberían quedar desafiliados, pero nuestra intención es no tomar ninguna actitud apresurada", insistió el intendente.

En el marco de esta pulseada, el ministro de Salud bonaerense, Ismael Pasaglia, salió a replicar afirmaciones de la diputada Hilda Chiche de Duhalde, quien denunció fallas en la atención en los hospitales públicos de la provincia.

El funcionario de Felipe Solá calificó de "disparate" esos conceptos, a los que vinculó con la dura "interna" partidaria.

La esposa del ex presidente Eduardo Duhalde había dicho que en los hospitales provinciales los pacientes reciben "comidas con gusanos", además de sostener que el gobernador "descuida la gestión" por dedicarse a la pelea partidaria.

Díaz Bancalari buscó poner un bálsamo entre duhaldista y felipistas.