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 miércoles, 09 de marzo de 2005  
El dueño de una fábrica de medialunas vivió media hora de terror en su casa
Asaltan a una familia y a falta de plata la amenazan con un secuestro
Los delincuentes redujeron a un joven cuando llegaba a su vivienda y, a punta de pistola, lo llevaron hasta el dormitorio de sus padres. Allí exigieron dinero a cambio de no llevarse al muchacho con ellos

Buenos Aires.- El presidente de una empresa que elabora medialunas fue asaltado en su casa del barrio porteño de Mataderos por una banda de ladrones que amenazó con secuestrar a su hijo de 20 años y finalmente le robó dinero y alhajas por una suma que no trascendió pero que la policía estimó como "muy alta".

La víctima del suceso es José María Sánchez, presidente de la firma "Del Abuelo", dedicada a la elaboración de medialunas y de la que dependen 300 empleados.

El empresario dijo ayer que a raíz de la seguidilla de robos que sufrió en los últimos años, seis en total, entre su casa y dos plantas de la firma, analiza la posibilidad de dejar su emprendimiento comercial e irse del país.

"O me encargo de mi trabajo, o me encargo de la seguridad. Aquí gobierna la no justicia, la impunidad. Que alguien me diga qué debo hacer", cuestionó el hombre.

Según Sánchez "el asalto no fue al voleo", ya que los ladrones estaban esperando la llegada de su hijo "para encañonarlo e ingresar a la casa". Asimismo, estimó que del robo participaron tres ladrones armados que se comunicaban por handy con otros integrantes de la banda que los esperaban en el exterior.

Todo se inició cerca de las 1 del lunes cuando un hijo de Sánchez, de 20 años, llegaba a su casa de Andalgalá al 1500, después de haber estado con un amigo, y fue encañonado por un ladrón que junto a dos cómplices lo obligó a entrar a la vivienda.

Una vez en el interior de la casa de dos plantas, dos de los delincuentes se dirigieron a la habitación donde Sánchez dormía con su mujer, y directamente le pusieron un arma en la cabeza para despertarlo, amenazarlo y exigirle la entrega de dinero.

El tercer ladrón se topó con una hija de 16 años del empresario, y también la amenazó y redujo. Durante el asalto, los ladrones exigieron dinero en forma insistente. Sin embargo, el momento más dramático para Sánchez fue cuando uno de ellos le advirtió que iban a secuestrarle al hijo.

"Si tenés que llevar a alguien me llevás a mí", atinó a decir Sánchez cuando se enteró del plan de los delincuentes. "Acá el que manda soy yo", le contestó el supuesto cabecilla de la banda, luego de colocarle una pistola en la cabeza.

Según el relato del empresario, durante el asalto los maleantes se comunicaban todo el tiempo a través de handys con cómplices que los aguardaban en la calle.

El comerciante estimó que el resto de la banda estaba oculta en por lo menos otros dos vehículos. En un intento de calmar a los asaltantes, la mujer de Sánchez sacó un sobre con dinero y se lo entregó. "Mi mujer les dio el sobre con bastante dinero, pero ahí se pusieron peor y empezaron a pedir más", recordó el empresario.

Amenazado por la banda, Sánchez decidió abrir una caja de seguridad en la que guardaba joyas, alhajas y recuerdos familiares. Los ladrones saquearon la caja fuerte y además robaron algunas prendas de vestir que eligieron específicamente por su calidad y marca.

El ejecutivo también relató que durante el asalto, su mujer y su hija fueron obligadas a permanecer boca abajo y en la cama matrimonial. "Sabían cómo presionar a las mujeres", analizó.

El robo se extendió unos 30 minutos, pero de repente los ladrones decidieron no llevar adelante el secuestro y huyeron. Una versión policial indicó que agentes de la comisaría 42ª llegaron al lugar alertados por un vecino que vio lo que pasaba.

No obstante, Sánchez sospecha que los delincuentes decidieron irse por un sonido que se sintió cuando abrieron la caja de seguridad. Al parecer, los ladrones se convencieron de que ese sonido respondía a una alarma activada por la víctima, por lo que decidieron embalar lo robado y fugar.

Ya en la calle, los ladrones se cruzaron con un auto de la comisaría 42 que patrullaba la zona en prevención de delitos. Con la evidente intención de evitar ser identificados, los delincuentes dispararon contra los policías y se inició un tiroteo.

La banda alcanzó a fugar en medio de los disparos y se determinó que el Volkswagen Gol que ocupaban fue alcanzado por balas de la policía e incluso se investiga si uno de los ladrones que fugó resultó herido en el enfrentamiento.

"Para mí el asalto duró como un año. Se dice que los delincuentes podrían ser de una misma banda que cometió hechos similares en el barrio", contó Sánchez. Finalmente, el empresario reveló que por seguridad se había comprado un arma que justo ayer había olvidado en su auto. "Ahora creo que lo mejor fue no estar armado, sino todo hubiese terminado peor", expresó. (Télam)
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José María Sánchez no sabe qué hacer con la ola de robos.

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