Multitudinaria marcha pro Siria en el Líbano

Las tropas comenzaron a replegarse hacia la frontera

Beirut. - Miles de manifestantes marcharon ayer por Beirut convocados por el movimiento shiíta libanés Hezbolá en apoyo a Siria, que comenzó a replegar tropas hacia el valle de la Bekaa, en el este del Líbano, tras fuertes presiones internacionales. El líder del grupo guerrillero Hezbolá en el Líbano, Hassan Nasrallah, expresó ante la multitud reunida en la céntrica plaza Rial el Solh, de Beirut, su agradecimiento a "Siria y a su ejército", por proteger a Líbano de Israel. "Agradecemos a Siria y a su ejército. Beirut fue destruida por el premier de Israel, Ariel Sharon y protegida por el presidente Hafez al Assad", aseguró Nasrallah, quien pidió "perdón a Siria por la ingratitud" de la oposición libanesa, que respalda el retiro de las tropas de Damasco, y repudió la "injerencia extranjera".

El líder de Hezbolá dijo que el movimiento shiíta impulsa la creación de un "gobierno de unión nacional y reconciliación" en el Líbano, y que presentará su propuesta al presidente de Líbano, Emile Lahoud. Además, manifestó que "cualquier retiro" de las tropas sirias debe ser acordado por "los gobiernos de los dos países".

El presidente sirio, Bashar Al Assad, y su par libanés acordaron el lunes en Damasco retirar las fuerzas sirias hacia el este Líbano, en dirección a la frontera siria. Así, Siria comenzó ayer ese redespliegue y anunció que movilizará en una semana a 6.000 de los 14.000 soldados que posee en el país vecino, como parte de la primera etapa de una evacuación en dos fases.

Las tropas entraron en Líbano en 1976 bajo un mandato de la Liga Arabe para intentar restablecer la paz durante la devastadora guerra civil libanesa (1975-1990). Desde que se acordó la paz en 1990, las tropas permanecieron como garantes del acuerdo de Taif que puso fin al conflicto.


Presión internacional
La retirada comenzó tras semanas de presiones internacionales y las casi permanentes manifestaciones antisirias en el Líbano, desencadenadas a raíz del asesinato con coche bomba en Beirut del ex primer ministro, Rafik Hariri, ocurrido en Beirut el pasado 14 de febrero.

La oposición libanesa, que acusa a Siria de estar detrás del asesinato, provocó mediante masivas manifestaciones la dimisión del primer ministro, Omar Karami, quien aún continúa en funciones sumiendo al país en una profunda crisis política.

La multitud reunida en Beirut realizó un minuto de silencio en memoria del ex premier Rafik Hariri, asesinado en un atentado el pasado 14 de febrero. La manifestación convocada por Hezbolá y otras organizaciones prosirias convocó, según los organizadores al menos 1,5 millón de personas, aunque distintos medios indicaron que la protesta concentró entre 300.000 y 500.000 personas, cifra significativa teniendo en cuenta que la población total de Líbano asciende a 3.700.000 habitantes.

Miles de personas protestaron en Beirut.