En Padre Claret aducen "falta de adhesión" a su proyecto

La escuela no da marcha atrás y ratifica la expulsión de Raúl

Ahora dan otras razones, pero lo echaron por haber escrito un texto "agraviante"

La escuela Padre Claret negó ayer que su negativa a reinscribir a un alumno que durante nueve años estudió en sus aulas se deba a un escrito presentado por el chico a un concurso nacional de literatura infantil, donde se deslizaban algunas críticas al colegio. La escuela aduce ahora que ni el alumno -de 14 años- ni su familia adherían al proyecto educativo-pastoral y que el chico no respetaba normas de convivencia ni era capaz de reflexionar y reconocer sus errores. Sin embargo, la breve carta documento enviada por el colegio a la familia Gazali el 7 de febrero pasado no alude a ninguna de esas razones, sino que textualmente reza: "Se comunica a la mamá de Raúl que deberá buscar otra escuela para su hijo a partir del próximo año. Esta institución sostiene que Raúl no está conforme con su dirección ni con el cuerpo docente porque realizó un escrito agraviando la escuela".

La decisión de no reinscribir al chico para el 2005 fue comunicada a su mamá, Gabriela, el 23 de diciembre último, pero la mujer se negó a firmar la disposición. Previamente, al conocer el texto que el nene había mandado al concurso (donde criticaba por "injustos" algunos comportamientos de sus profesores), la escuela le había colocado 10 amonestaciones que la madre sí firmó, pensando que las cosas no pasarían a mayores.

Sin embargo, el 7 de febrero pasado le llegó una carta documento rubricada por la representante legal de la escuela, Ana María Terzaghi, y la coordinadora del 3er. ciclo, Stella Maris Riquelme, donde se ratificaba la decisión de impedir que Raúl se inscribiera a 1er. año del polimodal.

Fue entonces que la familia solicitó la intervención del defensor del pueblo, Carlos Bermúdez, que resolvió recomendar al Ministerio de Educación provincial que garantice el derecho a la libre expresión del niño e interceda para formalizar la reinscripción. Ni así hubo suerte.

Pero ahora las autoridades de la escuela -que anteayer acusaron a los medios de tergiversar el tema y adelantaron que sólo se expedirían por escrito- salieron a dar otras razones para explicar por qué le cerraron las puertas a Raúl.

Por empezar, sostienen que las causas del "ejercicio del derecho de admisión" (del que goza la escuela por ser privada) no se deben a las críticas vertidas por el chico en el texto presentado al concurso literario, sino a la "falta de adhesión del alumno y su familia al proyecto educativo-pastoral de la institución", a la "falta de acatamiento a las normas de convivencia" y a que, ante "hechos graves, jamás se pudo lograr una actitud reflexiva ni de reconocimiento de su error".

También defienden su derecho a la admisión. "Nos asiste como institución educativa de la enseñanza oficial de gestión privada", que "se funda en el derecho constitucional de enseñar", afirman, para calificar de "hostil" a la la familia Gazali frente a la institución.


"Es totalmente falso"
Al conocer las razones aducidas por al escuela para negarle la inscripción a Raúl, su mamá no salía ayer de su asombro. "¿Pero cómo pueden decir eso -se preguntó-, cuando he sido madre catequista dos años seguidos y madre delegada durante tres?". Según Gabriela, la elección de escuela para sus tres hijos fijó como prioridad que fueran confesionales para que recibieran formación cristiana.

La mujer también contó que su hijo nunca tuvo problemas de conducta en el colegio hasta 8º año, cuando la propia escuela le advirtió que habían aparecido "algunas dificultades de convivencia", momento en que ella se acercó a la institución para contar que estaba atravesando una situación difícil y pedir "que miraran especialmente" al chico para que "no se le fuera de las manos".

Pese al voltaje del conflicto, el nene insiste con que quiere volver a su vieja escuela. Pero Gabriela cree que ya no le conviene: "Estamos destruidos, ahora sólo buscamos un banco para que Raúl estudie este año".