Los obispos reiteraron su "compromiso con la vida"

En un comunicado, cargaron contra "los funcionarios que ignoran los derechos humanos básicos"

Los obispos del Litoral reiteraron ayer el compromiso "inclaudicable" de la Iglesia en favor de la vida "desde el primer instante de su concepción hasta su fin natural", y criticaron, aunque sin nombrarlo, al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, por manifestarse proclive a despenalizar el aborto.

"Nada ni nadie puede impedir la justa defensa de la vida cuando es amenazada", advirtieron en un comunicado conjunto, en el que afirman que se vieron "urgidos" a repetir las enseñanzas de la Iglesia "ante declaraciones públicas de quienes parecieran ignorar derechos humanos básicos, ratificados por nuestra Constitución nacional".

También señalaron que el pronunciamiento, redactado durante una reunión en la ciudad entrerriana de Paraná, es para quienes "olvidan que el cuidado y el aprecio de la vida naciente es caro a los sentimientos de la inmensa mayoría del pueblo, con independencia de su concepción religiosa".

Tras indicar que "la postura humana ante el crimen del aborto no es sólo cuestión de credos", recordaron que "la auténtica concepción de la persona se funda en la verdad de su dignidad y en el inalienable derecho a la vida, tal como lo percibe un sano sentido común".

El comunicado lleva la firma de los obispos Eduardo Mirás (Rosario), José María Arancedo (Santa Fe), Mario Maullión (Paraná), Moisés Blanchoud (emérito de Salta), Estanislao Karlic (emérito de Paraná), Héctor Cardelli (San Nicolás), Luis Eichhorn (Gualeguaychú), Luis Collazuol (Concordia), Carlos Franzini (Rafaela), Gustavo Help (Venado Tuerto) y Sergio Fenoy (auxiliar de Rosario).

La declaración de los obispos del Litoral se suma a la que ya hicieron los prelados de la región cuyana y otros en forma individual en medio de la polémica entre el ministro González García y el obispo castrense, Antonio Baseotto. Un entredicho en el que también intervino el presidente Néstor Kirchner al solicitar ante la Santa Sede la renuncia del prelado militar por haber sugerido, mediante una cita evangélica, que el titular de la cartera sanitaria merecería ser "tirado al mar" por repartir preservativos entre los jóvenes.