Las playas elegidas por las ballenas

El trayecto continúa en la región nororiental de la provincia de Chubut, a orillas del Golfo Nuevo, en la ciudad de Puerto Madryn, que ofrece una excelente oferta turística que conjuga actividades vinculadas a la naturaleza, avistaje de fauna y posibilidades para el turismo alternativo.

Puerto Madryn posee playas agrestes donde realizar avistaje de fauna marina, buceo, bautismo submarino, safaris paleontológicos, pesca, windsurf, kayakismo, trekking, cabalgatas y campamentismo.

Uno de los principales atractivos de la zona es la presencia -de octubre a diciembre- de la ballena franca austral, uno de los monumentos vivientes del planeta. Para los amantes de la aventura la ciudad que actualmente cuenta con 60.000 habitantes y muestra un importante crecimiento edilicio que preserva sus características de ciudad costera (salvo algunas construcciones en altura que alteran el paisaje) ofrece dos campings: Punta Cuevas, del Automóvil Club Argentino, y El Golfito, del Club Náutico.

Los que decidan instalar su carpa en alguno de ellos deberán abonar una entrada de 6 pesos por persona y por día, tarifa que incluye el ingreso del auto y la instalación de la carpa, además del uso de otros servicios. Ambos cuentan con luz eléctrica, sanitarios con duchas de agua caliente, espacios con sombra y parrilleros. Cada uno tiene una zona totalmente parcelada y para aquellos que gusten de los lugares más abiertos, también ofrecen zonas libres.

Para los interesados en profundizar acerca de la vida de la fauna marina Puerto Madryn ofrece la posibilidad de visitar el Eco Centro, una muestra interactiva que se interna en el océano para brindar información sobre el ecosistema costero patagónico.

A 100 kilómetros de la ciudad está Puerto Pirámide, el sitio elegido por los amantes del buceo. Allí, de octubre a diciembre se realiza el avistaje de la ballena franca austral.

Aproximadamente a 180 kilómetros de Puerto Madryn está Punta Tombo, considerada la mayor reserva continental de pingüinos magallanes. Las aves llegan al lugar para tener sus crías y permanecen durante varios meses hasta que los pichones crecen. La cantidad de pingüinos repartidos a lo largo de la costa que van y vienen al mar en busca del alimento para sus crías resulta un espectáculo que sorprende y emociona a los turistas.

Distante 60 kilómetros de Puerto Madryn, está Trelew. Allí se encuentra el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, con restos óseos de dinosaurios hallados en la zona. Otro paseo imperdible es la estancia San Guillermo que a escasos 17 kilómetros de Puerto Madryn permite al viajero observar la esquila de ovejas y recorrer la ruta del indio, así como realizar cabalgatas, saborear un rico cordero patagónico o bien deleitarse con exquisitas frituras y dulces típicos.