| domingo, 06 de febrero de 2005 | Ultraderecha. Los extremistas franceses son pocos pero bien organizados y sus ataques antisemitas han aumentado en 2004 El gobierno francés lanza un plan contra el creciente activismo neonazi Los "skinheads" son fuertes a ambos lados de la frontera con Alemania. Chirac: "Es una perversión moral" Hanns-Jochen Kaffsack París. - Tras un fuerte aumento de la violencia de extrema derecha, el gobierno en París quiere actuar contra los ambientes neonazis. Los grupos y grupúsculos, incluidos los skinheads y los ultranacionalistas, que suman un total de 3.000, serán disueltos y se les impedirá reunirse nuevamente con alguna otra excusa.
El ministro del Interior francés, Dominique de Villepin, no quiere aceptar más "la amenaza y el peligro" y quiere acabar con el problema. Su anuncio acerca de sus intenciones de derrotar la ola de extrema derecha es tomada con escepticismo por expertos de la policía.
El ambicioso ministro del Interior se basa en un reciente estudio exhaustivo sobre el ambiente neonazi. Según la investigación, los neonazis están activos sobre todo en Alsacia, donde están vinculados con sus vecinos colegas alemanes. También son bastiones de neonazis la región de París y el sudeste, donde suele obtener buenos resultados en los comicios el Frente Nacional (FN) de extrema derecha de Jean-Marie Le Pen.
El estudio también dejó de manifiesto que a pesar de sus profanaciones de cementerios judíos los "nuevos enemigos" de los neonazis son más bien los árabes y los musulmanes. Los acomuna el antijudaísmo, pero el odio racista predomina.
Al ministro, considerado un posible sucesor del primer ministro Jean-Pierre Raffarin, lo alarmaron sobre todo las cifras de 2004. Estas indican que los neonazis cometieron 65 actos violentos. En 2003, fueron 27.
En total, los actos racistas y antisemitas y la violencia aumentaron más de cuatro quintos, situándose en 1.513. Preocupado, el presidente francés, Jacques Chirac, llamó a los franceses hace poco, en la inauguración del museo del Holocausto en París, a combatir el antisemitismo de forma decidida, porque es "una perversión mortal".
"Todo lo que sea efectivo contra los neonazis es bueno", saludó el presidente de la región especialmente afectada de Alsacia, Adrien Zeller, sobre la iniciativa del ministro del Interior.
Villepin no sólo quiere disolver los grupos uno tras otro, basado en una ley de 1936. Alcaldes y prefectos prohibirán además reuniones públicas de neonazis, no se podrán alquilar salas a estos grupos y se intentará que Internet no sirva más como plataforma de promoción.
En abril de 2003, se reunieron unos mil skinheads en Ringendorf, Alsacia, cerca de Haguenau. En octubre siguiente, fueron unos 800 neonazis los que se juntaron no muy lejos, en Hinsbourg. Luego de que 300 neonazis franceses y alemanes se reunieran el verano pasado en Hipsheim, y los políticos de Alsacia reclamaron más herramientas para los alcaldes para proceder contra estos grupos.
Dado que el ambiente neonazi está disperso, podría ser difícil destruirlo y vigilar luego a sus integrantes uno por uno, comentan fuentes policiales. René Monzat, un gran conocedor de los grupos de extrema derecha, cree que incluso a nivel legal estas disoluciones pueden ser difíciles. El golpe coordinado contra el ambiente podría llevar además mucho tiempo, ya que la Justicia debería ocuparse de cada grupo por separado. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un cementerio hebreo profanado en mayo pasado por neonazis en Herrlisheim. | | |