| domingo, 06 de febrero de 2005 | Ayurveda: Conexión cuerpo-mente Según el Ayurveda, una de la medicinas más antiguas del mundo basada en las leyes de la naturaleza, todas las enfermedades son psicosomáticas. En ellas están implicadas la mente y el cuerpo de forma que hay que considerar a ambos a la hora de restablecer la salud, y mantener el bienestar porque lo que es beneficioso en un nivel se refleja en los otros: la mente penetra en el cuerpo.
Para esta práctica la mente se cualifica por el tipo de acciones que una persona repite porque esa cualidad es la predominante. Cuando en el Ayurveda se habla de alimentos no se refiere a lo que se ingiere únicamente, sino a todo lo que entra por nuestros sentidos. Por eso tan importante como lo que se come son las impresiones sensoriales: lo que vemos, escuchamos, tocamos, saboreamos, olemos. No somos conscientes de que todas las vivencias actúan sobre nuestra constitución que se corresponde con 3 doshas o energía:
* Pitta: mentes agudas, rápidas, carácter irascible, fácilmente excitable.
* Kapha: lentos en sus reflexiones, pero también más estables y menos reactivos.
* Vata: sueñan con proyectos y siempre tienen nuevos planes. Son más dispersos y como el viento sus pensamientos van de un lado al otro.
En este punto se encuentra un principio muy importante del Ayurveda en relación a las cualidades: lo semejante aumenta lo semejante. Por eso es necesario limitar situaciones que exacerban la constitución. Por ejemplo, una película violenta o un excesivo trabajo intelectual desestabiliza a las personas de constitución Pitta porque es una característica de este dosha la falta de moderación.
Demasiada televisión o video trastorna a los que tienen constitución Vata por este principio de que lo semejante aumenta lo semejante) producen inestabilidad. Por eso nuestras emociones expresan esas mismas cualidades en exceso.
Por ejemplo una persona con constitución Pitta que se siente impaciente e hipercrítico (característica de este dosha) es probable que haya consumido alimentos con cualidades que se corresponden con esa estructura (calientes, picantes) o que haya vivido experiencias que excitan (una discusión en el trabajo o en la calle).
El extraordinario aporte del Ayurveda a nuestra vida diaria es que por ese principio que dice que "como es arriba es abajo", nos da la posibilidad de comprender la relación entre microcosmos y macrocosmos: todo cuanto hacemos comparte con el medio las cualidades de Vata, Pitta y Kapha, y al igual que el cuerpo, la mente debe estar equilibrada para trabajar adecuadamente.
Se puede ajustar nuestra rutina diaria manteniendo armonía entre los estímulos, los alimentos y las actividades que se eligen, y las cualidades de la constitución que nos corresponda (si uno quiere estabilizarse tendrá que elegir alimentos, situaciones y estímulos con cualidades opuestas al dosha predominante).
Si la constitución es Pitta (caliente, ligero, agudo, picante) hay que ingerir alimentos con cualidades contrarias (fríos, pesados, sutiles o dulces) y estímulos que tengan cualidades que no exacerben (evitar ambientes o situaciones que irriten, o no desarrollar una actividad intelectual excesiva).
Aprender a reconocer las cualidades en uno mismo y en el entorno posibilita ejercitar la observación y la atención para empezar a comprender y liberar emociones negativas como la ira y el temor. El camino de la observación y la atención es fundamental para aquietar nuestra mente y descubrir la sincronicidad que existe en acontecimientos que nos parecen azarosos, o para darnos cuenta de la directa conexión que existe entre nuestros pensamientos y nuestras acciones. En definitiva: sentir que somos co-creadores de nuestras vidas.
Susana Cerruti
Psicología holística
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