Fuera de foco

Aguaviva: "Nos acusan de pasatistas"

Pipo Soulle dijo que sus colegas subestiman la música de su grupo

-¿Qué caracteriza al grupo Aguaviva?

-Haberle dado a la gente, en fiestas, en hoteles y hasta en diferentes países, la música que quiere oír. No somos un grupo pasatista sino músicos que se brindan por completo y siguen aprendiendo cada día.

-¿Cuándo nació el conjunto?

-Cuando volví de un viaje en 1975 en el que había estado acompañando a músicos y cantantes argentinos en sus presentaciones internacionales. Hasta toqué con Jaime Torres, en una versión de la "Misa Criolla" que presentábamos en los kibbuts de Israel.

-¿Cómo empezaste en la música?

-Yo acompañaba a los músicos que venían a tocar a Rosario, por ejemplo, a muchos del Club del Clan, cuando los traía Llorente... En esa época se ensayaban 20 minutos y se largaba. Eso era puro oficio. En realidad me inicié como baterista en una banda jazz, Los Bluefingers, en un local que estaba en San Lorenzo y San Martín frente al Savoy. Ahí nació buena parte de la música de Rosario, ya que por ahí pasaban Gustavo Beytelman, Mariano Zarich, Hugo Pier, Risiglione de Los 5 Latinos. Tenía 13 ó 14 años y ahí me pusieron el sobrenombre de Pipo. Mi nombre real es Antonio Ignacio Soulle.

-¿Quiénes integran hoy Aguaviva?

-Jorge Suárez (piano y arreglos), Marcelo Domenech (bajo), Claudio Hasiain y Liza Lo Santo (voz), Francisco Kabermatten (guitarra) y yo en batería. Además se suman Oscar Salemme (trompeta), Ricardo Marino (trombón) y Ezequiel Pinilla (saxo).

-¿Por qué nunca decidieron volcarse por un género en particular? ¿Si lo hubieran hecho, cuál hubieran elegido?

-Soy de la época en que aparecen los primeros grupos de rock de la ciudad Los Roland, Los Hurricanes, Los Vipers y, entre otros, los Wild Cats, que después serían Los Gatos. En ese tiempo no era fácil hallar partituras, las traducciones eran malísimas. Todo esto es anterior a Aguaviva, pero en ese conjunto se resume hoy toda una historia de vida. Tocamos de todo: rock, blues, jazz, bossa, tropical. Nosotros nos ponemos con el instrumento a satisfacer el gusto de la gente, eso es algo que creo que caracteriza a todo músico autodidacta argentino.

-¿Pero qué música que te gusta hacer?

-Lo mío es algo cercano al pop, en una línea romántica.

-¿Sufren algún tipo de subestimación por hacer música para fiestas?

-Ese es un prejuicio que me tengo que bancar desde siempre como un señorito y donde más se manifiesta es entre los músicos que se creen dueños de alguna verdad y que terminan chupados por un sistema y terminan siendo progresistas que hacen cualquier pavada.

-¿Y de qué los acusan?

-De ser pasatistas.

-¿Qué pasa si Aguaviva decide grabar un disco?

-A los sellos no les gustaría que hiciéramos lo que hacemos. Ellos necesitan encuadrarnos en un género, y además creo que si lo hiciéramos según nuestro estilo aflorarían muchos prejuicios entre los tontos.

Dicen que le dan al público lo que quiere oir.