| domingo, 06 de febrero de 2005 | Reducción de la jornada laboral: ¿una alternativa para generar nuevos empleos? La desocupación bajaría cuatro puntos porcentuales si se redujera la sobreocupación que existe en Argentina A pesar de la recuperación en materia de puestos de trabajo en el último año en la Argentina, el contraste entre una marea gente que no consigue un empleo y el alto índice de sobreocupación abre la discusión respecto a la jornada laboral.
Con una reducción de las personas que hoy están sobreocupadas permitiría que se creen casi 700 mil puestos de trabajos nuevos, lo que representaría una reducción de cuatro puntos porcentuales de la tasa de desempleo. Así se desprende de un informe realizado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
En el plano teórico, una más equilibrada distribución del trabajo permitiría una reducción significativa de la tasa de desempleo. En plano de la práctica, para que esto ocurra se necesitan medidas mucho más complejas e imaginativas que sancionar una ley reduciendo la jornada.
La Confederación General del Trabajo (CGT) dio a conocer la semana pasada su postura de comenzar a debatir en el seno del Consejo del Salario la norma que regula la jornada laboral máxima. La propuesta de los gremios apunta a disminuir el máximo legal permitido de jornada laboral de 48 horas semanales actuales a no más de 40 horas, sin afectar la remuneración (para lo cual el salario horario debería aumentar un 20%).
La reducción de la jornada, como instrumento para redistribuir las oportunidades laborales, fue y es un tema de constante debate. En varios países desarrollados se llevó a la práctica, aunque las polémicas siguen abiertas. Más cercanamente existe el antecedente de Chile, donde a partir del 1º de enero del corriente año se dispuso reducir la jornada laboral de 48 a 45 horas por semana.
Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) los asalariados del sector privado (excluido el servicio doméstico que se rige por una normativa específica) trabajan 43 horas a la semana. Sin embargo, este promedio esconde una gran heterogeneidad en la carga horaria:
* Se puede estimar que 760 mil personas (12% del total de los asalariados) sufren la condición de subempleados horarios. Trabajan, en promedio, 19 horas a la semana y desearían acceder a una jornada más extensa. La gran mayoría (82%) están contratados en negro y perciben un salario de 225 pesos al mes.
* Habría tres millones de trabajadores (46% del total) sobreocupados (trabajan más de 45 horas por semana). En promedio, trabajan 59 horas a la semana. En más del 90% de los casos esta jornada se desarrolla en el mismo puesto de trabajo.
* Los ocupados plenos apenas llegan a los 2,7 millones de asalariados. Estas personas trabajan en promedio 36 horas semanales.
“Un ejercicio teórico simple permite ilustrar los impactos que se podrían derivar de una distribución más equilibrada de las oportunidades laborales. Si por ejemplo, todos los sobreocupados redujeran su jornada de las 59 horas semanales que señala la EPH a las 48 horas legales vigentes, se podrían generar unos 690 mil empleos de 48 horas semanales cada uno. Esto podría implicar una reducción en 4 puntos de la tasa de desempleo”, estimó el último informe de Idesa.
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