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 domingo, 06 de febrero de 2005  
Veterinarias y forrajerías tomaron la parte del león
El negocio del petfood se les escapó de las manos a los súper
El rubro movió $550 millones durante 2004. El 53 % de los hogares ahora compra los productos sueltos

La crisis que desembocó en el default y la devaluación provocó abruptas modificaciones en los hábitos de consumo de la población. Aunque esa alteración se está reencauzando, en mayor o en menor medida, con la estabilidad de la economía y cierta recuperación en la capacidad de consumo, a casi tres años desde que empezó a encadenarse el derrumbe, algunos cambios muestran que llegaron para quedarse. El negocio de las mascotas, que movió más de 550 millones de pesos durante 2004 en la Argentina, es un ejemplo cabal de ese fenómeno: la crema del negocio, que estuvo durante la década pasada en manos de los autoservicios, se concentró ahora en los canales que distribuyen el producto a granel, como forrajerías y veterinarias.

Los datos pertenecen a una investigación desarrollada por la consultora LatinPanel Argentina con información proveniente de un panel permanente de 3.000 hogares de todo el país.

Los resultados señalan que un 53,3% de las ventas totales de alimentos para mascotas se canaliza a través de la venta de productos sueltos. Esto significa que tres millones de hogares compraron mercadería a granel durante el último trimestre de 2004.

La participación de esta modalidad de ventas más que se duplicó a partir de la crisis. En efecto, en el año 2001 la participación su participación en las ventas totales no llegaba a alcanzar el 25% de la torta. El crecimiento experimentado durante los últimos tres años demuestra que es un fenómeno que si bien surgió y se afianzó como una respuesta a la crisis, no muestra signos de retracción en ninguna zona del país.

La tendencia se refleja en el cambio en los canales de comercialización. Hace cuatro años entre híper y supermercados concentraban un tercio de las ventas de productos para mascotas pero cedieron hasta hoy la mitad de su participación en manos de las veterinarias y forrajerías, que ya representan más de la mitad del negocio.

Veterinarias y forrajerías, más autoservicios y almacenes son los cuatro canales con más tránsito para la venta de alimentos balanceados para mascotas.

Un 12,5% de las amas de casa se abastece de petfood en las veterinarias o negocios de pet especializados: son el doble de los que compran en supermercados y el triple de los que eligen los hipermercados. Los analistas de LatinPanel remarcaron como dato llamativo el escaso desarrollo del Discount (tienda de descuentos) en este rubro.


Un mercado de peso
De los 10 millones de hogares que conforman la población argentina, en 7 millones hay al menos una mascota, pero no hay una relación lineal entre tenedores de estos pequeños animales y el consumo de petfood.

Según el relevamiento de LatinPanel, en el interior existe un 6% más de hogares con mascotas que en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Y este fenómeno se acentúa aún más en las ciudades pequeñas que en las grandes: en las de menos de 10 mil habitantes, hay 8% más mascotas que en las grandes.

Para alimentarlos, el 61% de los propietarios -unos cuatro millones de hogares- eligió en 2004 comprar alimentos balanceados, un 6% más que en 2003. Durante el año, la industria vendió 224 toneladas de petfood -un 10% más que en 2003-, por los cuales los argentinos desembolsaron unos 570 millones de pesos, un 18% más que el año anterior.

Ahora bien, en al área de Capital Federal y Gran Buenos Aires 7 de cada 10 hogares que poseen mascotas compran petfood, mientras que en el interior esta proporción desciende a 5,6 de cada 10. Aquí los propietarios de mascotas tienen una mayor propensión a alimentarlas con huesos, arroces partidos o simplemente las sobras de las comidas.

En este sentido, los hogares de Capital Federal y Gran Buenos Aires gastan en promedio un 30% más en petfood que los del interior. No sólo desembolsan un ticket más alto -un 16% superior- sino que realizan compras más frecuentes. En la región metropolitana, un hogar promedio compra petfood cada 14 días, mientras que en el Interior esta frecuencia se estira dos días más.

Las decisión de tener una mascota y la forma de alimentarlas está cruzada por la estratificación social. La clase alta es el nivel socioeconómico con menor cantidad de mascotas: sólo un 54% de los hogares tiene animales, por debajo de la media nacional, mientras que los sectores medio, bajo y marginal, lo hace entre el 68 y el 69% de los hogares.

Esta relación es justamente inversa al momento de decidir la forma de alimentarlas. Sólo el 55% de los hogares marginales compra petfood, mientras que en la clase alta eligen esta opción 9 de cada 10 hogares.

En relación a la edad, se verifica que a medida que aumenta la edad del ama de casa aumenta las compras de petfood. Aunque los hogares con amas de casa de más edad (mayores de 65 años) constituyen el segmento con menor cantidad de hogares con mascotas de la sociedad (58%), conforman el grupo que apela más masivamente al uso de petfood, ya que el 72% de esos hogares compra el producto. En su escala de valores la mascota pasa a ocupar un rol muy importante: es "su compañía", es un ser a quién debe cuidar y alimentar bien.

En el otro extremo, sólo uno de cada dos amas de casa jóvenes (menores de 30 años) destinan parte de su presupuesto a alimentos balanceados para mascotas. Tiene lógica, porque sus prioridades están distribuidas entre el cuidado de sus niños, los cuidados personales y mantener limpio su hogar.

Las mascotas, los mejores amigos de los chicos de entre 6 y 25 años

A nivel nacional, los hogares que se vuelcan en mayor medida a tener mascotas son los que tienen hijos de entre 6 y 25 años. En estos grupos, entre el 72% y el 80% tiene animales, mientras que esa proporción desciende al 60% en los hogares sin hijos y a 64% en aquellos donde los niños son menores de 6 años. Entre los hogares con hijos adolescentes, 8 de cada 10 tiene una mascota.
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