Newell's prepara el grito de campeón

Alejandro Cachari / La Capital

Una batalla contra la mente y la pelota. ¿El rival? Sólo divisable por el color diferente de la camiseta. Pero de ese lado no estaba el enemigo más peligroso. El adversario era uno solo, aunque se presentaba de distintas formas: la ansiedad, el marco, los doce años sin títulos que se atropellaron con los jugadores para salir a la cancha por el mismo túnel... Gimnasia era un convidado de piedra que hasta pasó desapercibido en su ingreso porque lo hizo en el mismo momento que Newell's. Además, para qué negarlo, estaba claro que si el equipo de Gallego superaba las trabas que la coyuntura le habían creado, el partido estaba casi resuelto. Con el pitazo inicial de Favale los fantasmas empezaron su recorrida. Los rojinegros tardaron algo más de media hora en expulsarlos. Aunque regresaron en el complemento. Pero la historia ya era otra. Newell's le ganó bien a Gimnasia 2 a 0 y quedó a un punto del título tan soñado. Ese que seguramente abrochará el próximo fin de semana en la cancha de Independiente.

El partido fue malo desde el principio hasta los 25'. Por momentos muy malo. Entre la falta de aptitudes de Gimnasia y los nervios de Newell's se generó un cóctel que transformó al desarrollo en un trámite anodino, carente de riesgos y casi fuera de contexto para un partido en el que había tanto en juego.

La cuestión parecía ser darle la pelota a Ortega para que el Burro, con seis títulos encima, moviera los hilos de un Newell's que sólo se parecía a su mejor versión de este torneo cuando crecía por Belluschi y Marino; los dos puntales del equipo en los 90. La otra pata fue Villar.

Ortega hizo rápido un tiro libre a los 31' y el Memo Borghello la metió de zurda para la llegada vacía de Belluschi por el medio. Cabezazo y 1 a 0. Gimnasia no lo tenía registrado a Fernando y el único que se enteró que venía por allí fue Nereo Fernández porque lo tuvo de frente.

El gol tan ansiado liberó al puntero del campeonato que enfureció de repente, se sacudió la modorra, movió los brazos para sacarse de encima las tensiones y metió una contra extraordinaria dos minutos más tarde para que Guillermo Marino estampara el 2 a 0 con un golazo espectacular que merece ser desmenuzado puntillosamente.

Borghello recuperó la pelota en el área de Newell's, se la dio a Vella que le metió un compromiso a Rosada después de meter un caño que le quedó largo. Ariel fue al piso para rechazar una pelota dividida y la dejó en los pies de Ortega. El otro Ariel encaró y asistió a Marino, que quedó mano a mano con San Esteban. Guillermo enganchó hacia adentro y sacó un derechazo imparable que se metió contra el caño derecho de Nereo. Un gol de campeón. Festejado a lo campeón.

Momento de bajar la persiana y los decibeles. Lo más importante ya estaba hecho.

Hubo que esperar hasta los 25' del complemento para ver una gran jugada de Ortega. O 4 minutos más para un mano a mano: Nereo v. Belluschi por asistencia de Marino.

Durante todo ese lapso apareció en toda su dimensión un arquero extraordinario como Villar para sacar todo lo que le tiraron.

Queda una hora y media de fútbol para que los doce años sin festejos se hagan trizas. El mejor equipo del torneo se lo merece.

Belluschi festeja el primeri gol de la Lepra.