 | lunes, 06 de diciembre de 2004 | "¿Qué más puedo pedir"? Ezequiel Garay se mostró tan desfachatado en su debut en la primera de Newell's que hasta se dio el lujo de hacerle caso omiso al pedido de Gallego que reventara a las plateas las dos primeras pelotas que tocaba. El Negro no sólo las jugó con una suficiencia impropia de un pibe de 18 años, sino que dio sobradas señales de no pesarle la responsabilidad de un partido tan denso.
"Fue el partido soñado por todo jugador. Debutar en la primera del club que sos hincha y estar a un punto de lograr el campeonato. ¿Qué más puedo pedir para este 2004?", se preguntó y contestó el reemplazante de Maidana a la salida del vestuario, momento en que una maraña de periodistas lo obligó a detener su paso para cumplir con el ritual de las notas.
-¿En qué momento se te fue el lógico nerviosismo del debut?
-En las primeras pelotas que toqué me sentí bien. Igualmente te das cuenta de que no es lo mismo jugar un partido como el de hoy que hacerlo en las inferiores.
-¿Por qué no le hiciste caso a Gallego de tirar las primeras pelotas a la platea?
-Le hice caso en otras jugadas, cuando me pidió que saliera jugando.
-¿Cómo evaluás tu actuación?
-Creo que me fui soltando a medida que transcurrían los minutos. Cometí algunos errores propios de mi primer partido. Espero corregirlos.
-¿Qué te dijo el Tolo en el vestuario?
-Me felicitó junto al ayudante de campo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Garay se persigna para entrar. | | |