 | lunes, 06 de diciembre de 2004 | La gente le dio un lugar al Tolo Por primera vez todos los hinchas le dedicaron una canción a Américo Gallego Sergio Faletto / La Capital La relación no estaba consolidada. Se había caracterizado por los pronunciados vaivenes, como sucede en toda pareja que no termina de ensamblarse, fundamentalmente porque una constante desconfianza inhibía la expresión del sentimiento. Pero está probado que en el fútbol el romance sólo se afianza con resultados. Ganar te libera. Y es por esto que recién ayer el pueblo rojinegro le demostró su reconocimiento a Américo Rubén Gallego. Una canción que ingresó a los oídos del técnico leproso como la mejor de las melodías. Como una declaración de amor, que quedará grabada a fuego en la historia de la institución del Parque si el domingo su equipo hace el final de obra en Avellaneda.
Cuando a los 60' Gallego escuchó que el rugido del Coloso lo invocaba, el ampuloso DT rojinegro hizo más notorias las indicaciones, retos y las indescifrables señales a sus dirigidos. El entrenador estaba feliz. Lo expresaba a su manera. Pero quedó evidenciado que su corazón se estremeció cuando la hinchada le hizo saber su pensamiento: "De la mano del Tolo vamos a ganar, de la mano del Tolo vamos a ganar y la vuelta, y la vuelta vamo a dar".
El morocho retacón se envalentonó más todavía y cruzó un par de palabras con el juez de línea. Giró varias veces y habló con los suplentes que estaban realizando trabajos precompetitivos al lado del banco. Y hasta mantuvo una fuerte discusión con su ayudante de campo, Ramón Angel Bernuncio, quien se fue fastidioso a sentar agitando su brazo derecho como quien manda a alguien a otro lado.
Pero ambos charlaron al ratito y el diferendo se resolvió rápido, tan rápido como la reaparición en el estadio de la canción para el Tolo, y el nuevo hit hasta volvió a sonar en la mejor radio que tiene el fútbol, la que emite desde la tribuna.
Los últimos minutos encontraron a Gallego dando saltitos para sintonizar con el cántico "el que no salta es de Central", al tiempo que se abrazaba con todo aquel que estuviera a su lado. La marea de fotógrafos lo envolvió y el Tolo una vez más transitaba su camino a la gloria. Como con River. Como con Independiente. Y esta vez con su Newell's, aquel con quien nació futbolísticamente.
El Tolo tuvo su reconocimiento. El mejor que cualquier técnico puede recibir, el de su gente. Y es justo que así haya sido, porque todo lo que hizo y hace no es por casualidad. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El técnico escuchó por primera vez el gritó "de la mano del Tolo la vuelta vamo a dar". | | |