| miércoles, 29 de septiembre de 2004 | Mostrarán experiencia argentina en implante de células madre El doctor Alfredo Rodríguez, director del Centro de Estudios de Cardiología Intervencionista de Buenos Aires, presentará en Washington los estudios preliminares de un trabajo sobre regeneración de arterias y músculo cardíaco a partir del implante de células madre de la médula ósea del propio paciente. Rodríguez junto al doctor Alberto Lambierto encabeza la experiencia argentina de trasplante autólogo de células progenitoras de médula osea post-infarto agudo de miocardio, en 23 pacientes internados en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires.
Los pacientes sufrieron un infarto y se les colocó un stent (malla metálica que permite que se mantengan abiertas las arterias obstruidas). Luego se efectuó la aplicación de células madre de la médula ósea en la zona donde se produjo el infarto. "A través de esta técnica descubrimos que mejora notablemente la recuperación del músculo cardíaco", dijo Rodríguez a La Capital, quien agregó que "si bien la respuesta de los pacientes hasta ahora es muy buena hay que esperar la culminación de la investigación, prevista para fines del corriente año".
El estudio, que será presentado en el congreso "Transcatheter Cardiovascular Therapeutics (TCT)" que se desarrolla en Washington hasta pasado mañana, compara dos grupos (uno que recibió el implante y otro al que sólo se le practicó una angioplastia). "Antes ya se habían realizado experiencias con este tratamiento, pero nunca se había hecho un análisis comparativo. Esto permitirá un resultado más veraz, ya que si no se compara cómo se sabe si el paciente mejoró por la técnica o porque lo iba a hacer espontáneamente", agregó el especialista, quien es jefe del área cardiología intervencionista del sanatorio Otamendi.
En el marco del encuentro el equipo encabezado por Rodríguez también presentará un estudio sobre los efectos de la indicación post stent de una droga oral para tratar la restenosis coronaria.
"El trabajo con células madre demuestra que son capaces de transformarse en células del músculo cardíaco y contribuyen en la recuperación de la función, sin que se produzcan efectos adversos mayores. La contracción del corazón dañado por el infarto mejoró notoriamente con este tratamiento", precisó Rodríguez. enviar nota por e-mail | | |