| miércoles, 29 de septiembre de 2004 | Roban de un depósito planchas de níquel por 105 mil pesos Dos sujetos armados redujeron ayer al chofer de un camión que llegaba a una empresa de transporte para descargar planchas de níquel, y se apoderaron de toda la carga, valuada en alrededor de 105 mil pesos, informaron fuentes policiales.
El atraco se produjo anoche, cerca de las 21, cuando dos sujetos fuertemente armados sorprendieron al chofer de un camión, identificado como Hugo Barra, que recién llegaba hasta el depósito de una empresa de transporte de cargas Expreso Santa Rosa ubicada en Sarmiento al 3800, para entregar planchas de níquel.
Según fuentes policiales, los maleantes redujeron al conductor del camión y lo introdujeron al depósito, donde fue encerrado en una cocina junto a otros tres empleados del lugar. Durante un rato, las personas encerradas escucharon que los sujetos encendieron el transportador de carga y fueron llevando en varias tandas la mercadería; seis tambores con planchas de níquel de 1 centímetro de espesor y dos tambores con productos químicos no especificados.
Los primeros datos hablarían de que la carga robada estaría valuada en cerca de 105 mil pesos. Fuentes que investigan el caso deslizaron la posibilidad que el elemento sustraído podría ser utilizado para la falsificación de monedas.
La empresa sufrió el segundo robo en menos de dos meses El jueves 5 de agosto dos hombres armados, bien vestidos y con los rostros cubiertos con bufandas y cuelleras polares irrumpieron la empresa de encomiendas y en un golpe tipo exprés se llevaron cerca de 5 mil pesos en efectivo. Nadie resultó herido y los hampones se perdieron sin dejar rastros.
"Nos dimos cuenta cuando ya los teníamos encima nuestro", contaba en ese momento Ariel Viscardi, encargado de la firma Expreso Santa Rosa cuya casa central está radicada en Rafaela.
El atraco ocurrió cerca de las 9. A esa hora había en el lugar unas 5 o 6 personas, entre empleados y fleteros, según recordó Viscardi. Todo estaba a punto para un día normal. El empleado contó que no estaba previsto ningún pago extra, sólo la recaudación del día anterior. Los ladrones llegaron a pie, no llevaban capuchas, pero se tapaban los rostros con bufandas y ropa de abrigo.
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