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 miércoles, 29 de septiembre de 2004

El fiscal pide una pena más severa para el policía que mató a Lepratti
Quiere que lo condenen a 18 años de prisión en lugar de los 14 que le dio un juez de primera instancia. Alega que mató sin motivos y que la sanción no es proporcional a la gravedad de su conducta homicida

Jorge Salum / La Capital

La Fiscalía que interviene en el juicio que se le sigue al policía Esteban Ernesto Velázquez por el crimen del militante social Claudio Pocho Lepratti pidió ayer a la Cámara Penal que condene al homicida a la pena de 18 años de prisión. Velázquez ya fue sentenciado en primera instancia a 14 años por el juez Ernesto Genesio, pero el fiscal de Cámaras José María Peña ahora alegó que esa pena "no es proporcional" a la gravedad del hecho y la consideró escasa por los detalles que lo rodearon. Entre esos detalles, que a su juicio agravan el episodio, mencionó la ausencia más absoluta de un móvil que justificara la conducta del policía al abrir fuego, "a mansalva y al bulto", como reacción a un simple insulto proferido por la víctima.

Más allá del caso Lepratti, el fiscal cuestionó además el gesto de muchos efectivos de la policía de utilizar "sin el menor escrúpulo" el armamento que les provee el Estado para "herir o matar" a ciudadanos inocentes.

Peña presentó su alegato ante la Sala Cuatro de la Cámara Penal de Rosario, tribunal que debe fallar ante la doble apelación planteada por la fiscal Elida Rivoira y la defensa de Velázquez al veredicto de primera instancia. Mientras la fiscal quedó disconforme con el monto de la pena, a la que consideró benigna, la defensa apeló para volver a pedir la absolución del policía.

Velázquez fue condenado por homicidio simple el 6 de agosto. El juez Genesio lo consideró autor material del disparo que mató a Lepratti el 19 de diciembre de 2001, cuando la víctima se encontraba en la terraza de una escuela del barrio Las Flores. Ese día toda la ciudad estaba conmocionada por una gran convulsión social y Lepratti estaba en ese establecimiento porque era ayudante en la cocina del establecimiento y había salido a increpar a la policía, que disparaba al aire para dispersar a algunos manifestantes que pedían comida o producían saqueos.


Circunstancias agravantes
Genesio juzgó que la conducta homicida del agente del Comando Radioeléctrico de Arroyo Seco tuvo varias circunstancias agravantes. Entre ellas mencionó expresamente el hecho de que empleara un arma que el Estado le entregó para custodiar a los ciudadanos para asesinar a uno de ellos mientras cumplía con sus funciones.

Pero el fiscal Peña consideró ahora que el juez "se quedó corto" y así se lo hizo saber a los camaristas Guillermo Fierro, Rubén Jukic y Antonio Paolicelli. Peña dijo que Velázquez no tuvo motivos para abrir fuego hacia el sitio donde estaba Lepratti y argumentó que al hacerlo no le importó el resultado.

También alegó que utilizó munición de plomo, cuya potencia letal el agente "no podía ignorar", precisamente por su condición de policía.

El fiscal cuestionó además dos "atenuantes" mencionados por el juez que dictó la primera condena: la falta de antecedentes de Velázquez y su juventud. "Por su condición de policía es obvio que no podía tener antecedentes", afirmó en el escrito que presentó ante la Cámara. Respecto a la edad, fue igual de categórico: "Tenía 26 años, con lo cual ya tenía la madurez suficiente para obrar reflexivamente y valorar la vida de sus semejantes", sostuvo.

Por esas razones pidió que Velázquez reciba una condena de 18 años, la misma pena que había pedido la fiscal Elida Rivoira en primera instancia.

Peña también incluyó en su alegato una reflexión general sobre la conducta de muchos efectivos de la policía y afirmó que hoy la gente tiene terror a los delincuentes y también siente mucho temor hacia muchos efectivos. "Y no exageran. Basta con prestar atención a las noticias sobre hechos delictivos cometidos por policías para confirmar esta triste realidad", disparó el funcionario. Para él se trata de "un sombrío panorama de inseguridad" al que la policía, dijo, contribuye con gestos como el de Velázquez.

El agente está recluido en la sede de la Unidad Regional II de policía. Allí recibió a La Capital días después de la condena que le dictó Genesio. En la entrevista se declaró inocente, algo que también había repetido en el juzgado el día que le hicieron leer el veredicto. Quien por entonces aún era su defensor, el abogado Horacio Corbacho, criticó el fallo con el argumento de que el juez no tuvo en cuenta evidencia que favorecía al policía e instalaba otras hipótesis para explicar el homicidio de Lepratti. Ahora Velázquez contrató a otro abogado.

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El reclamo de justicia por el crimen del militante se reflejó en marchas frente a Tribunales.

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