Extraño doblete delictivo de cuatro encapuchados en Villa Gobernador Gálvez

Sin forzar cerraduras, entraron en dos domicilios. Retuvieron a una pareja y la liberaron. Robaron muy poco

Cuatro hombres vestidos de negro y encapuchados ingresaron en dos domicilios de un humilde barrio de calles de tierra en Villa Gobernador Galvez. En una hora y media los delincuentes, sin forzar las cerraduras, maniataron a un matrimonio con dos de sus hijos y se llevaron a la pareja en una camioneta 4x4 de su propiedad. Los asaltantes robaron el vehículo de un taller, a unos 200 metros del lugar del atraco, al que hace 20 días dieron un golpe similar. Sólo se llevaron un televisor de 21 pulgadas y un puñado de herramientas comunes. Una hora y media después del comienzo del robo, la pareja fue encontrada maniatada en el vehículo, a 25 cuadras del lugar, detrás del cementerio villagalvense.

Desde Jefatura, ayer a la tarde indicaban que, tal cual fue relatada por sus víctimas, la secuencia del incidente aparecía como poco clara y confusa.

Cuando se llega a la casa de Filippini 2693, en el barrio Coronel Aguirre de Villa Gobernador Gálvez, se comprende lo desconcertante del extraño incidente ocurrido ayer a la 1.30. Calles de tierra, zanjas y casas humildes, un lugar insólito para "un operativo tan grosso", como confió una fuente de la investigación. Cuando Justo Bejarán, un mecánico de 44 años, se fue a dormir nunca imaginó la pesadilla que tenía por delante. El hombre sintió un ruido y cuando levantó la cabeza de la almohada se encontró con cuatro hombres encapuchados que le apuntaban. Los ladrones usaban guantes de látex y armas de puños. Según habría declarado el hombre 9 milímetros. La cerradura de la puerta de entrada estaba intacta.

La casa de los Bejarán está en una zona humilde, a dos cuadras de la cancha de Coronel Aguirre. La vivienda tiene el frente revestido de rejas y no hay timbre. Para anunciarse hay que golpear las manos. La humildad de la zona se va acrecentando a medida que se toma la curva que hace Filippini al pasar la casa robada.


División de tareas
Con los ladrones apuntándole, Bejarán hizo un movimiento nervioso que fue sofocado con un culatazo. En ese momento y a contrarreloj, los asaltantes se dividieron en dos grupos. Dos se quedaron con Bejarán y su pareja, Marta Echevarría, de 33 años, y dos menores de 9 y 14 años. Y los otros hicieron 200 metros hasta el taller mecánico por las polvorientas calles del barrio donde vive Damián, el hijo de Justo, en Pellegrini al 1800. Otra vez, sin violentar la cerradura, los ladrones ingresaron. Sin mayores inconvenientes sortearon a Beto, un robusto ovejero alemán.

Los hombres, también encapuchados redujeron a Damián, de 18 años, y se llevaron una Toyota Hilux modelo 97, chapa BFZ361, y un puñado de herramientas que habían sobrevivido al golpe del miércoles 8 de septiembre. Los encapuchados regresaron a la vivienda de calle Filippini y cuando se preparaban para cargar el botín, escucharon un auto pasar por la puerta. Algo que los sobresaltó. Cargaron a la pareja en la Hilux y huyeron.

En el taller de la calle Pellegrini, Damián logró zafarse de las ataduras y se fue corriendo para la casa de su padre. "Llegué y encontré todo revuelto. No sé qué buscaban porque hacen 15 días nos habían robado casi todo. Ahora se llevaron un televisor y herramientas", explicó el joven. El muchacho desató a su hermano Gabriel, de 14 años, y golpeó la puerta del vecino. Ahí dieron aviso a la policía. El joven creyó reconocer los ojos claros de unos de los ladrones que lo asaltó hace 20 días. Esta vez estaba "más nervioso".

A los pocos minutos los uniformados de la seccional 26ª llegaron a la casa y tras enterarse de lo sucedido por Damián, se dio el alerta a las unidades móviles del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez y de Rosario, así como al Cuerpo Guardia de Infantería. Los uniformados desplegaron un rastrillaje por la zona y dieron con el vehículo a 25 cuadras al oeste del lugar del atraco. Cinco cuadras al sur del cementerio, en una "pequeña isla de árboles", donde suelen quedar abandonados autos que sirven para cometer ilícitos. "A mi madrastra la encontraron fuera de la chata, como a unos 20 metros y a mi viejo adentro de la camioneta, bastante golpeado. Los dos están bastante shockeados", explicó Damián.

La camioneta en la cual fue retenido y abandonado el matrimonio Bejarán.