Año CXXXVII Nº 48525
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Agenda argentina


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 26/09
Mujer 26/09
Economía 26/09
Señales 26/09
Educación 25/09
Campo 25/09
Salud 22/09
Autos 22/09


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 29 de septiembre de 2004

Allanamientos en domicilios de allegados a Eva García en Rosario y Casilda
En busca de la cosecha de la viuda negra
La policía requisó casas en procura de pruebas contra la fugitiva de la cárcel rosarina, ahora presa por homicidio

Tres allanamientos en Rosario y otro en Casilda fueron realizados ayer en el marco de la investigación que la Justicia porteña sigue a Eva Leonor García, la famosa viuda negra que fugara de la cárcel de mujeres rosarina en junio de 2002 y que fue apresada en La Plata la semana pasada, imputada por el asesinato de un ferretero.

Efectivos de la Brigada de Homicidios de la Policía Federal y de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) santafesinas intervinieron tres domicilios rosarinos ubicados en Laprida al 6200, Juan Manuel de Rosas al 3600 y Biedma al 5700. Después lo hicieron en una casa de Lavarden al 2600 de Casilda donde está afincado Argentino Sanabria, el hombre que fuera la última pareja conocida de la mujer.

La idea de los detectives era encontrar en alguno de esos lugares elementos que permitieran servir de pruebas para la causa que se le sigue a García en la Capital Federal. Pero, dijeron fuentes de la investigación, en los domicilios rosarinos "no se hallaron elementos que puedan ser útiles a esa causa". Sin embargo, en Casilda los policías secuestraron un revólver calibre 22, un reloj Rolex cuya autenticidad deberá ser probada mediante pericias y "algunas prendas de vestir" que complicarían la situación procesal de la viuda negra.

Hacia mediados de 2002, Eva Leonor García estaba detenida en la cárcel de mujeres de Rosario, en barrio Refinería. Estaba sospechada del homicidio del jubilado italiano Luis Iannotti, ocurrido el 15 de junio de 2000. Sin embargo el 23 de junio de aquel año fugó en compañía de Fanny Rosell, acusada por el crimen de otro anciano, Salvador Cubito, aún prófuga.

Desde entonces, el paradero de García fue un enigma para la policía, fuerza de la cual había sido buchona durante un largo tiempo. Con el paso del tiempo, los pesquisas supieron que la mujer se había radicado en el barrio porteño de Once. Allí vivía con dos de sus hijos y recibía la visita habitual de Sanabria, claro que lo hacía tras la falsa identidad de Clara Fernanda Rodríguez Antúnez.

La investigación también puso a la luz que García abandonó ese edificio hacia fines del año pasado pero que en marzo de 2004 regresó a visitar a un viejo vecino, Diego Lapegna, con quien compartió una cena. Tras comer el hombre quedó dormido y al despertar notó que le faltaba un Rolex, dinero y otros objetos de valor: la viuda negra había actuado una vez más.

El 31 de julio último el ferretero porteño Omar Narciso Manti apareció muerto en su casa de Recoleta. Su esposa estaba desvanecida. Del departamento faltaban 30 mil dólares, alhajas y relojes, dos pasaportes, una carabina, un revólver y dos tapados de piel. Una hija de la pareja reveló que la noche anterior sus padres habían recibido a cenar a una supuesta parapsicóloga. Esta profesional era en realidad un travesti que, según escuchas telefónicas, había llegado por orden de García.

Ayer trascendió extraoficialmente que al ser indagada por la jueza Alicia Mercedes Iermini, Eva García habría admitido su participación en la reunión previa al crimen aunque como coartada sostuvo que se retiró antes de que finalizara. Sin embargo, la viuda de la víctima aseguró a los pesquisas que fue Eva quien preparó café y lavó los platos en la casa al finalizar la reunión y antes de que ella cayera desvanecida por algo que ingirió.

Finalmente, los policías apresaron a la viuda negra cuando se aprestaba a concretar una tercera cita. En este caso la víctima iba a ser el dueño de una casa de remates que posteriormente identificó a García mediante una foto como la mujer que lo visitó en su comercio un par de veces y con la cual iba a concretar una transacción de antigüedades.

Al ser apresada, García llevaba consigo tres DNI argentinos pero pertenecientes a mujeres de nacionalidad chilena. Uno a su propio nombre, otro como María Rosa Echagüe y uno más a nombre de Sara Alvarez. También tenía una importante cantidad de psicotrópicos que utilizaba para adormecer a sus víctimas.

Tras ello, los pesquisas supieron que la mujer habría mandado una encomienda a sus familiares en la ciudad de Rosario o a su pareja en Casilda. Por eso los allanamientos y la búsqueda de los elementos que podrían haber llegado a la ciudad en ese misterioso paquete.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Objetos secuestrados a Eva Leonor García, entre ellos el DNI robado que utilizaba.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados