La barra de Racing pidió explicaciones

La Guardia Imperial se reunió con varios jugadores en el bar de una estación de servicio

Los días de Racing no son para nada tranquilos: ayer integrantes de la barra brava que maneja en la actualidad el centro de la tribuna, y autodenominados La Guardia Imperial, fueron a ver a los jugadores, quienes tuvieron que reunirse con los violentos sin ningún tipo de custodia.

Las cinco derrotas consecutivas y los problemas internos de la barra, que está enfrentada con Fernando Marín debido a que el gerenciador no le da entradas de favor a esos grupos de violentos, agitan las aguas de medio Avellaneda.

Como Blanquiceleste no le da nada a la barra brava, algunos especularon ayer con la posibilidad de que este grupo haya ido al entrenamiento para salir a la luz, buscando complicar al gerenciador, en un intento de presión para lograr que les den las entradas de favor que reclaman.

Desde la derrota de Racing en el clásico de Avellaneda las situaciones confusas abundan y las desmentidas y confirmaciones dan vueltas por todos lados.

Lo cierto es que el domingo, en el hotel donde se concentra el plantel de Racing hubo barras pertenecientes a los dos grupos enfrentados (el otro es el llamado del Morro) y ayer uno de ellos se hizo presente en el predio de Escobar. Como no pudieron ingresar al predio Mis Marías, de Escobar, cinco integrantes de la barra brava, que pertenecen a la Guardia Imperial (los que actualmente manejan la tribuna) esperaron a los jugadores en la colectora de la ruta 9.

Al primer jugador que pararon fue al chileno Milovan Mirosevic, quien en forma telefónica se comunicó con sus compañeros para comentarles la situación.

Muchos en Racing sabían que era probable que estos barras se hicieran presentes en la práctica y por eso había una custodia reforzada, con un patrullero en la zona donde se entrena el plantel.

Alertados de esta situación, los jugadores se comunicaron con la policía avisándoles de la reunión que iban a mantener con barras en el bar de una estación de servicio de la zona.

Pero la custodia policial nunca llegó y los referentes del plantel, como Pinola, Grabinski y Sebastián Romero (además del mencionado Mirosevic), entre otros, se encontraron a solas y charlaron en buenos términos con los barras.

"La charla fue en buenos términos. Ellos vinieron a apoyar, a ayudar y se mostraron preocupados como nosotros por los resultados, pero no hubo ningún problema", contó Sebastián Romero después del encuentro.

Claro que los hinchas pidieron también explicaciones, preguntaron si la culpa era del DT Ubaldo Fillol, y les pidieron que dejen todo dentro de la cancha. Los jugadores habrían defendido al técnico.

De todos modos, los barras les dijeron a los jugadores que ellos van a seguir apoyando y alentando, aunque claro está, siempre y cuando reviertan en la cancha esta racha adversa que arrastran.

Aprovechando la visita, los barras pidieron camisetas y algunos aseguraron que algún souvenir se llevaron de regalo. (Télam)

Los muchachos citaron con urgencia a los jugadores en una estación de servicios.