Era para golear

Newell's fue superior, ganó y casi se complica

Luis Castro / La Capital

Si Newell's ganaba por goleada, el resultado no iba a sorprender a nadie. Tampoco se podría haber objetado. Pero no, el equipo de Gallego se quedó con los tres puntos sufriendo más de lo debido, cuando tenía todo servido como para conseguir un resultado más holgado que el 2 a 1 mentiroso y escaso. Y algo que ver, además de la falta de oficio de los pibes para definir en cada situación concreta que se le presentaron, tuvieron que ver los cambios cuidadosos que hizo el Tolo para no arriesgar demasiado y tratar de conservar el triunfo.

Para la multitud leprosa lo más valioso es que se ganó un encuentro que el plantel había caratulado como una final, pero seguramente habrá quedado ese resabio por el sufrimiento que tuvieron que soportar en la instancia final de un choque realmente emotivo, de mucho despliegue físico, sin pausas y sumamente atractivo.

La lepra fue la que trató de instalar desde el vamos el protagonismo en el coqueto estadio Diego Maradona. Con un equipo armado desde la solidez del fondo se intentó hacer notar la superioridad futbolística. Y no le costó demasiado imponer esa premisa. Capria avisó con un toque sutil que terminó haciendo rebotar la pelota en el travesaño luego de que Gutiérrez cometiera su primera grosería (se le escapó la pelota de las manos cuando estaba en el suelo).

Newell's mordía en todos los sectores, Rosada se multiplicaba en el medio y metía una y otra vez. Belluschi iba, venía, hacía relevos y aparecía por todos lados. Y su premio a tamaña entrega llegó cuando tomó una pelota dentro del área grande y con un violento remate la clavó en un ángulo marcando un golazo increíble.


Alma en pena
Argentinos era un alma en pena. Estaba para el cachetazo y Ré le dio otro revés cuando estiró la diferencia. Encima, perdió a Medero lo que hacía presagiar un día terrible y tormentoso. El conjunto de Gallego sólo debía liquidarlo, pero ni Borghello ni Scocco tuvieron la sapiencia como para aprovechar todas las chances que se le presentaron. Tan es así que ante la falta de definición, hasta Domínguez ensayó en un par de oportunidades la "gran Maidana" y se fue en busca del gol que permitiera cerrar el pleito. Y el Negro se encontró con la pelota en los pies dentro del área sin saber que hacer y dejando demostrado algo que reconoció que como delantero es un gran defensor.


Le bajó la persiana
Luego el técnico decidió bajarle la persiana al partido, apostó sólo al contragolpe y permitió que el Bicho reviviera con un penal que Pisculichi cambió por gol y estuviera a un atisbo de igualar. Algo que hubiera sido injusto desde todo punto de vista.

Newell's jugó un gran primer tiempo, intentó liquidarlo de contra en el complemento y lo tenía para cerrar el pleito con una goleada histórica, pero careció de peso ofensivo. Y terminó pidiendo la hora.

Fernando Belluschi abrió el camino con su gol apenas pasado el primer cuarto de hora.