Una carrera sin fisuras

El intérprete cree en el esfuerzo y la experiencia

Pocas estrellas pueden acreditar el oficio y la experiencia de Javier Bardem. Hijo de una familia de actores, apareció por primera vez en la pantalla grande a los seis años, en la película "El pícaro". En 1992 se consagró como un sex symbol en la comedia "Jamón, jamón". Después llegaron más de 25 películas y premios en festivales internacionales, hasta que en el 2001 se convirtió en el primer actor español en conseguir una nominación al Oscar, por su brillante actuación en el filme "Antes que anochezca".

Para interpretar a Ramón Sampedro se sometió a un estudio exhaustivo del personaje. Como el gran transformista que es, aprendió los gestos de una persona inmóvil en una cama durante 28 años y soportó duras sesiones de maquillaje, que requerían cinco horas de trabajo diarias. También asistió al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde lo conocen porque ya fue ahí para meterse en la piel de minusválidos en "Huevos de oro" y en "Carne trémula". El actor canario además debió aprender a hablar con acento gallego para este papel. "Tuve que pasar horas para educar el oído y no terminar haciendo una caricatura", contó.

Ahora se lo puede ver a Bardem en un pequeño papel en "Colateral", la película de Michael Mann protagonizada por Tom Cruise. "Este cameo me permitía asomarme a una superproducción sin responsabilidad -dijo el actor-. Rechazé «Minority Report» porque ahí sí tenía un papel y un compromiso. Pero «Colateral» me lo tomé como unas vacaciones pagadas en Los Angeles", aseguró.