Regalía global: Monsanto apoyó al gobierno

El vicepresidente de Monsanto, Robert Fraley dijo que el gobierno está bien encaminado con el proyecto de instrumentar un sistema de regalía global para compensar la inversión en investigación que realizan los obtentores de semillas.

Sin embargo, el directivo consideró que la iniciativa es "parcial" porque se orienta fundamentalmente a resguardar los derechos de los semilleros en el campo de la genética, sin contemplar globalmente a la biotecnología.

El año pasado Monsanto decidió salirse del mercado de comercialización de semillas de soja en Argentina, por el perjuicio que le ocasionó la proliferación de la bolsa blanca. Durante el congreso Crea, el empresario manifestó que la compañía no regresará al negocio en el país hasta que vuelva a ser rentable mediante el pago de regalías y el reconocimiento a las obtenciones vegetales y desarrollo de nuevas variedades del cultivo.

"Para ello es necesario invertir, avanzar en técnicas de mejoramiento y recuperar un 25% del total aportado para potenciar los rindes de los productores agropecuarios", expresó, agregando que el campo ha ganado más de 1.000 millones de dólares por la tecnología que aportaron las sojas transgénicas de Monsanto.

Por su región de privilegio, Argentina ocupa el quinto lugar para las futuras experiencias que la empresa piensa desarrollar a futuro. En soja los avances prometen ser muchos, desde cultivos resistentes a sequía y la incorporación de propiedades más saludables en el aceite, como la combinación de RR-Bt que podría constituir un gran avance para nuestra agricultura, debido a que la mayor parte del área sembrada recibe tratamientos contra plagas.

Sin embargo, es posible que esas ventajas no lleguen al país hasta tanto se resuelvan las causas que frenaron el impulso de las obtenciones vegetales. Según Fraley, se podría perder el doble de lo ganado por los productores argentinos (2.000 millones de dólares) porque los nuevos avances tecnológicos serán desarrollados en EEUU.