Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"El prisionero de Azkaban": Un nuevo éxito para el negocio
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Daniel Radcliffe, Gary Oldman y Emma Watson. Dirección: Alfonso Cuarón. Género: aventuras. Duración: 136 minutos. Salas: Monumental, Village y Del Siglo.

Harry Potter nació como un personaje literario, creado por una novelista que escribía con ganas y ni siquiera soñaba con el éxito. Pero lo obtuvo. Y de la noche a la mañana su obra se convirtió en un boom editorial. Hoy Harry Potter es una marca tan redituable como McDonalds y su franquicia es disputada por las principales compañías multinacionales del mundo. El cine es tan sólo uno de los frentes del negocio, sin embargo, es vital para que la maquinaria funcione. Para que se entienda: la franquicia de Batman sufrió un duro golpe debido al manoseo al que sometieron los estudios Warner (los mismos que producen la saga de Harry Potter) a sus películas. Y el segundo filme de la saga del aprendiz de mago, que bajo la dirección de Chris Columbus resultó decepcionante, encendió una luz de alerta. El cambio no se hizo esperar. Se encomendó la realización de "Harry Potter y el prisionero de Azkabán" al mexicano Alfonso Cuarón. Una decisión acertada. El realizador, que asomó al mundo con "Y tu mamá también", no sólo captó el clima del original y lo trasladó inteligentemente a la película, sino que le devolvió la frescura a una franquicia que corría riesgo de sufrir una fuga de clientes. En la nueva aventura, Harry ya no es un niño encandilado por las maravillas del mundo mágico. El tiempo pasó y, con los años llegaron las preguntas sobre el pasado y lo que es peor aún, las respuestas, la ira y la sed de venganza. La nueva dimensión que cobra el personaje enriquece una trama que, por un momento, pierde ese sabor estandarizado que tienen las hamburguesas de los fast foods y despierta el apetito. ¿Qué más se le puede pedir a Hollywood?


"Elling, mi amigo y yo": Desafíos de la normalidad
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Per Christian Ellefsen, Sven Nordin y Per Christensen. Dirección: Petter Naess Género: Drama. Duración: 87 minutos. Sala: El Cairo

La obra de Petter Naess, que fue candidata a un Oscar como mejor película extranjera, parte de un interesante planteo: dos pacientes salen de una clínica psiquiátrica y el estado se encarga de proporcionarles viviendas y asistencia social para reinsertarlos en la sociedad. Sin embargo, hay que apelar a un buen grado de indulgencia a la hora de juzgar con qué tono se toca el delicado tema de las alteraciones psíquicas. Los personajes centrales son un cuarentón soltero que va a parar a un psiquiátrico tras la muerte de su madre y allí conoce a un gigantón algo retrasado y con marcada obsesión por el sexo y la comida. La dupla sale a las calles de una gran ciudad y comparte un departamento de Oslo, mientras intenta la aventura de volver a ser "normales" ayudados por un asistente social que, día a día, les pone por delante nuevos retos. La película cierra un círculo que arman las emociones y el humor inocente con un relato fluido y cargado de guiños al espectador.


"El favor": Los enredos del erotismo
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Victoria Onetto, Javier Lombardo, Bernarda Pagés. Dirección: Pablo Sofovich. Género: Comedia. Duración: 90 minutos. Sala: Cine del Siglo

Que el director Pablo Sofovich se muestre como inteligente cuando la cuestión pasa por el tema de la libertad sexual no acumula mucho puntaje para el filme "El favor", que, sin llegar a la procacidad, se acerca al vodevil con la comedia hiperpoblada de gags. Mora y Roberta (Bernarda Pagés y Victoria Onetto) son una pareja lesbiana con ganas de tener un hijo y deben hallar a un hombre que haga lo que se hace en estos casos. La futura embarazada será Roberta y a su pareja Nora no se le ocurre nada mejor que implicar en el tema a su hermano (Javier Lombardo), quien no acepta para nada la elección sexual de su hermana. La verdadera novia del muchacho (Mariana Briski) y las consabidas confusiones y traspiés -con la belleza de Onetto y las buenas labores de Pagés y Briski- son los elementos destacables de esta posible comedia erótica que pasa sin desearlo a ser sólo de enredos, en una historia que da para mucho más pero que sin embargo va generando, paulatinamente, desinterés.


"El quinteto de la muerte": Ladrones con poco ingenio
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Tom Hanks, Irma Hall y Marlon Wayans. Dirección: Ethan y Joel Coen. Duración: 104 minutos. Género: comedia. Salas: Monumental y Village.

Los hermanos Ethan y Joel Coen regresaron al sur de Estados Unidos después de "¿Dónde estás hermano?", para rodar la remake de "The Ladykillers", una comedia negra inglesa de los años 50. El gran acierto del equipo es una vez más la manera en que reflejan el clima del lugar y los personajes, en este caso una pequeña y somnolienta ciudad del estado de Alabama. La película no alcanza los niveles de aquel primer filme protagonizado por George Clooney también ambientado en el sur del país, ni la excelencia de filmes como "Fargo" o "Educando a Arizona". La habitual destreza en la descripción de los siempre presentes personajes extravagantes del zoológico Coen aparecen en este caso bastante desteñidos. Eso ocurre en principio por un guión que no acierta con el estilo de la comedia y donde la profusión de groserías de los personajes no aporta ningún humor. Sólo algunos actores aciertan al representar a esos perdedores que intentan robar un casino después de engañar a una anciana.


"La casa del espanto": El videojuego es mejor
Calificación: 1 estrella. Intérpretes: Jonathan Cherry, Ona Grauer, Tyron Leitso y Ellie Cornell. Género: terror. Duración: 90 minutos. Dirección: Uwe Boll. Salas: Village.

A fines de los 90 el videojuego Pokemon dio origen con tres exitosas películas. Algo parecido sucedió algunos años después con Lara Croft que también nació en un juego de computadora. Inspirada en "House of the Dead", videojuego creado por Rikiya Nakagawa en 1997, se estrenó "La casa del espanto", que no está a la altura del videogame de Sega que es realmente bueno. Un grupo de jóvenes asiste a una fiesta en la misteriosa Isla de la Muerte, en la que siglos atrás, según cuenta la leyenda, un brujo que experimentaba con un elixir para burlar a la muerte fue desterrado de España. Pero los jóvenes descubren que ese brujo sigue vivo y se alimenta de humanos. Ahora, atrapados en la isla, tendrán que usar cualquier arma disponible para luchar contra las hordas de zombies asesinos que están bajo la influencia del malvado hechicero. El resultado tiene poco que ver con el cine en sí. El filme se vuelve absolutamente delirante y tiene bastante humor, pero el juego virtual es mucho más entretenido.