| domingo, 06 de junio de 2004 | La revolución del 4 de junio de 1943 Una vez más resulta oportuno recordar al cumplirse el sexagésimo primer aniversario, uno de los hechos del pasado que generaron un cambio sustancial en la historia de la patria: la revolución nacionalista del 4 de junio de 1943, quizás el acontecimiento político más importante del siglo pasado. La revolución del 4 de junio puso fin a una época de vergüenza nacional caracterizada por el fraude más grosero y escandaloso (el voto cantado, las urnas cargadas, el voto en cadena, la venalidad del dinero, el asesinato político) que se unía a la afrenta e impudicia de los negocios con entrega del patrimonio nacional, donde la oligarquía y los sectores del privilegio vivían en la plenitud de una riqueza llena de soberbia y egoísmo con el creciente empobrecimiento popular. Esta etapa de ignominia tuvo inicio después de la caída del gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen en 1930 y fue recrudeciéndose a lo largo de más de 10 años, patentizada en la tristemente célebre "década infame". En suma, el pronunciamiento cívico-militar de ese día fue el resultado de sucesivos abusos de poder en tiempos de fraudes y contubernio. Más allá de los errores y aciertos del gobierno surgido de esa revolución, nadie discute su honestidad libre de todo tipo de corrupción en defensa del patrimonio nacional. De ese movimiento irrumpe en la vida pública y política de la Nación quien sería líder indiscutido de los trabajadores y de los humildes de la patria por más de treinta y cinco años, ganándose un lugar entre los grandes de nuestra historia: Juan Domingo Perón.
Americo Tanno, DNI: 5.995.421
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