Perspectivas

Nuevo aire en la red: periodismo digital y software libre

Expertos y usuarios en tecnología digital se reunieron en Montevideo para discutir sobre la libertad que ofrecen los códigos abiertos

Patricia Martino / La Capital

La libertad de expresión encontró su referente en el mundo de las tecnologías con el desarrollo del software libre. El espíritu que mueve a los tecnófilos amantes del open source (código abierto) se basa en un criterio social que tiene que ver con compartir la información para que todos se beneficien, palabras más palabra menos la raíz del asunto concuerda con el ideal de informar.

Así, la idea de reunirlos en un mismo medio se plasma como nunca en Internet. Sí, la red de redes que día tras día se expande a pasos agigantados, a pesar de la brecha digital que existe en los diferentes países y donde Argentina no queda exenta, dio nacimiento a una nueva forma de conectarse mediante un lenguaje diferente al de los tradicionales medios de información como la televisión, la radio o los diarios.

De la misma manera que un comunicador social comparte con el mundo una producción periodística y se nutre de otras noticias diseminadas por el globo terráqueo a través de Internet para retroalimentar el circuito de la información, un programa realizado con software libre puede ser copiado, distribuido, estudiado o mejorado por cualquier usuario. La web es la sustancia que lo originó y por eso es el lugar donde se unen el periodismo digital y el software libre.

Con la intención de potenciar estas dos comunidades que trabajan por la libertad de expresión se realizó en Montevideo (Uruguay) un seminario sobre "Periodismo digital y software libre". El evento organizado por Comunicarte.org contó con el apoyo de la Asociación de Prensa del Uruguay, Grupo de Usuarios Linux del Uruguay (Uylug) y la Unesco.

Para ajustar las definiciones sobre software libre, Señales consultó a los activistas, como a algunos les gusta autodenominarse, de este sistema que, podría decirse, llega a convertirse en un estilo de vida. Los usuarios Linux de Uruguay aseguran que el software libre se basa en cuatro premisas que tienen que ver con la libertad. Libertad para correr el programa con cualquier propósito, de estudiar su funcionamiento y adaptarlo, de compartir copias y ayudar al vecino, de mejorarlo y de liberar esas mejoras al público de manera de beneficiar a la comunidad.

Aunque mayoritariamente se cree que el software libre es equivalente sólo al sistema operativo Linux, en realidad se trata de miles de proyectos de aplicativos basados en los principios de GNU y open source, dos ramas hermanas del mismo movimiento. Se calcula que existen 1.350.000 en todo el mundo, explicaron. Los seguidores del finlandés Linus Torvalds, creador de Linux en 1991, sostienen que se trata de un desarrollo tecnológico social.

La contrapartida de los software de código abiertos son los de código cerrado o sistemas propietarios donde el autor no autoriza la reproducción ni el libre el acceso al código fuente mediante el cual se puede conocer la estructura interna del sistema. El caso más conocido en el mundo es Microsoft.

Rodolfo Pilas, presidente del Uylug, explicó que Linux es el desarrollo y el trabajo de miles de personas de todo el mundo. "Se hacen pequeñas mejoras, modificaciones y eso va creciendo como una entidad que hoy por hoy ya es imparable", advirtió uno de los pioneros en software libre en Uruguay.

Sobre la relación entre periodismo y software libre, el titular del Uylug remarcó que hay una equivalencia bastante importante entre las dos comunidades porque el fondo filosófico que está detrás de cada una es el mismo. "Los dos tienen un criterio social donde compartimos el desarrollo y todos nos beneficiamos con el trabajo del otro", recalcó.


Gates se retuerce
Pilas indicó que casi el 70 por ciento de las páginas existentes en la web fueron realizadas con Linux, un dato más que alentador para los promotores de este sistema, y comentó que en las empresas este software libre ya entró en la infraestructura de red interna. Es decir en el servidor de correo, de archivos, aplicaciones web internas, todo lo que maneja el departamentos de sistemas. Un dolor de cabeza para la multinacional que maneja Bill Gates.

Ahora -dice Pilas- Linux ingresa al escritorio de los usuarios, léase los empleados. ¿Por qué el cambio? El titular del Uylug asegura que existen dos ventajas fundamentales: el costo y la seguridad, dentro de este último punto incluye la "alegría" que da no tener más virus en las PCs. "Podés tener un costo algo para desarrollar el primer sistema pero para hacer una copia de Linux el costo es mínimo, no tenés que pagar una licencia. En cuanto a seguridad podes llegar hasta la parte más íntima del código, ver cómo funciona internamente y cerrar lo que no querés o no usás", destacó.

No obstante, advierte que quienes ingresen al mundo del software libre exclusivamente por el tema costos pueden llevarse una desilusión. "Debería ingresar porque tiene la libertad de copiarlo, modificarlo, distribuirlo. No sólo hay que tener en cuenta los costos por la implementación sino el de los técnicos, la educación de los usuarios. Es más que el tema de las licencias", subrayó Pilas.

"Un ejemplo muy interesante son las intendencias, hay algunas que reciben mucho dinero y otras que no tanto. Supongamos que un municipio cuenta con los fondos necesarios para hacer una implementación con software propietario, entonces esa que tuvo la suerte de contar con ese dinero decide compartir su infraestructura con otra intendencia que no tiene fondos. No puede, porque tiene que desembolsar efectivo por las licencias. En cambio, con software libre tenés la misma inversión pero podés copiarlo y distribuirlo en los municipios que quieras", aclaró Pilas.

Una mención especial tuvo el tema de la educación y el papel del Estado en la enseñanza. "Cuando el gobierno distribuye computadoras en las escuelas con software privativo, esta apoyando que esos chicos en cinco años queden desactualizados y ¿qué pasa con esa inversión?", remató el titular de los usuarios Linux.

Pilas va más allá y destaca que con el software libre los propios técnicos uruguayos, o argentinos, pueden desarrollar tecnología porque no tienen que empezar de cero sino que cuentan con la base que otros ya han realizado. "Estuvimos en un proyecto para generar un escritorio para enseñanza, no empezamos de cero tomamos lo que estaban haciendo en España, donde invirtieron mucho, y cambiamos el vosotrois por nuestro castellano", explicó. "No puede ser que de la universidad salgan técnicos que cuando quieren entrar al mercado no puedan y se tengan que ir a trabajar a Estados Unidos y después nosotros comprarles lo que producen nuestros propios profesionales", agregó un tanto indignado por la situación.

La potencialidad de los open source es infinita, concluyeron.