Rosúa: "La relación entre Kirchner y Obeid está en su mejor momento"

El ministro de Gobierno desacreditó la versión sobre una ruptura definitiva entre el gobernador y el presidente

Walter Palena / La Capital

Sobre la mesa contigua al living se apilan carpetas y expedientes con membretes oficiales. Uno de ellos contiene el borrador, apenas un bosquejo, del texto que el gobernador Jorge Obeid se apresta a enviar a la Legislatura para reformar la Constitución de Santa Fe. En esa tarea está enfrascado el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa. El funcionario logró en las últimas semanas imprimirle una velocidad diferente al peronismo provincial luego de que la oposición, encarnada en la figura del intendente rosarino, Miguel Lifschitz, le ganara la cancha con la propuesta de plebiscitar la autonomía municipal.

Con las imágenes frescas del imponente acto en el que Obeid asumió la titular del PJ santafesino, Rosúa aseguró en una entrevista con La Capital que el gobernador tomó las riendas del peronismo provincial "en el mejor momento de la relación con el presidente" Néstor Kirchner. Y puso como ejemplo la invitación que cursó el jefe del Estado para asistir a la entrega de subsidios escolares en la Casa Rosada el mismo día en que circuló una versión sobre que el santacruceño le había hecho la cruz a Obeid por no romper con el reutemismo, entre otras cosas.

A ese rumor que apareció en la prensa adicta al presidente, Rosúa le contesta con una sonrisa de indiferencia. La misma que exhibe cuando se le pregunta si el peronismo santafesino está preocupado por las constantes "visitas" de los operadores kirchneristas Carlos Kunkel y Juan Carlos Mazzón.

En un extenso diálogo con La Capital, Rosúa desgranó conceptos y comentarios sobre la reforma constitucional que se avecina, la relación entre provincia-Nación y los "ultras" que mensuran el pasado con una única visión de los hechos.

-¿Por qué tanto apuro para reformar la Constitución de la provincia?

-Santa Fe tenía una deuda institucional: no haber cumplido con el mandato constitucional de 1994.

-¿Se puede interpretar como una respuesta rápida a la jugada que hizo Lifschitz con el llamado a una consulta popular?

-A eso nosotros lo calificamos como algo inútil. Hacer un plebiscito para determinar si Rosario quiere la autonomía me parece sobreabundante, dispendioso. Pero en definitiva, el gobierno provincial está tomando la iniciativa en un tema fundamental.

-Con esa decisión obligaron a Lifschitz a reconocer que bajará la propuesta si se acelerara la reforma.

-Es que se iban a encontrar en el mes de junio o julio, cuando tienen que hacer el plebiscito, que en la Legislatura se está tratando la ley que consagra la necesidad de la reforma constitucional.

-¿Entonces fue una respuesta política?

-(Se ríe). Yo dejaría que el juicio de valor lo haga la sociedad y el periodismo.

-Además de la autonomía, ¿qué otros puntos incluye la reforma?

-Extensión a cuatro años del mandato de los jefes comunales, el Consejo de la Magistratura, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la reelección del gobernador.

-Casi todas las reformas constitucionales que se hicieron desde el 83 se realizaron para alcanzar un sólo objetivo supremo: lograr la reelección, ya sea de un presidente o de gobernadores. ¿Santa Fe hace el camino inverso?

-Este punto hay que aclararlo bien: Obeid se autoexcluyó de la posibilidad de ser reelegido. Esto tiene un fundamento de carácter ético, valorado estrictamente por quien hace la renuncia. Entonces, los otros ítems aparecen como los más relevante a tratar y consensuar. Desaparece la especulación política y eso es importantísimo. Las reelecciones aparecen como instrumentos de la ambición o de la pretensión de perpetuidad de los gobernadores. La decisión de Obeid viene a romper con todo eso.

-Tomada la decisión, ¿cuál es el siguiente paso a corto plazo?

-Enviar el mensaje del gobernador a la Legislatura conteniendo los puntos que se quieren introducir o reformar. Esto lo vamos a hacer en los próximos días, posiblemente después de Semana Santa. Luego hay que dictar una ley especial, sancionada con el voto de las dos terceras partes de los miembros de cada Cámara, que declare la necesidad de la reforma.

-Obeid asumió la titularidad del PJ en medio de versiones que indicaban una ruptura total con el gobierno nacional. ¿Cuál es su lectura?

-En las últimas horas ha habido notables progresos en materia de racionalidad política dentro del peronismo. La tesis que sostengo es que es imposible escindir la autoridad partidaria máxima con el presidente de la República. Creo que en la tradición de nuestro movimiento no se concibe esa separación. Después del congreso de Parque Norte han ocurrido acontecimientos serios que hacen que la asunción de Obeid se dé en un plano de gran colaboración y entendimiento con el gobierno nacional.

-¿A qué hechos se refiere?

-El fundamental fue la invitación cursada por el propio Kirchner para que Obeid participara en la entrega de subsidios escolares. Además, en ese encuentro se ha dado un clima no diría de reconciliación porque nunca hubo corte, sino de reafirmación de una unidad política.

-¿De dónde salen los rumores? ¿Quién es el que habilita las operaciones de prensa desde la Casa Rosada?

-No lo sé, pero es probable que Obeid los conozca. Lo importante que hay que resaltar es que el gobernador asumió la presidencia del partido en el mejor momento de la relación con Kirchner.

-Bonasso opina lo contrario y, además, lo intimó a Obeid a romper relaciones con Reutemann.

-Esa es una opción falsa. La mejor contribución que nosotros hacemos al presidente es tener una provincia ordenada institucionalmente, con gobernabilidad y capaz de transitar decididamente en las grandes líneas políticas que fija el presidente. Tenemos que sortear situaciones donde los "ultras" son más enemigos de los progresistas que los propios reaccionarios.

-¿Le preocupan las visitas constantes de los operadores kirchneristas Carlos Kunkel y Juan Carlos Mazzón?

-El PJ santafesino tiene sus anticuerpos; los mecanismos de defensa partidarios existen. Pero repito: Obeid asumió la titularidad del peronismo en el mejor momento en la relación con Kirchner, y también tiene un buen momento en su vínculo con un dirigente indiscutido como es Carlos Reutemann.

"Obeid se autoexcluyó de ser reelegido. Esto tiene un fundamento estrictamente ético".