CRIMEN EN LA FLORIDA

Aún no hay pistas de los asesinos de una modista

Los vecinos de Ana María Scaglione se autoconvocaron a una asamblea para reclamar mayor seguridad

"Es un crimen muy difícil de resolver", sostuvo ayer un vocero de la Brigada de Homicidios que desde la noche del viernes está trabajando para descubrir quién o quienes asesinaron a golpes a Ana María Scaglione en su vivienda de La Florida. En tanto, los vecinos de la modista de 73 años muerta a manos de hampones en un intento de robo, anunciaron que el martes realizarán una asamblea en un club de la zona para reclamar mayor seguridad.

El cuerpo sin vida de Scaglione fue hallado la noche del viernes en el patio de su vivienda de José C. Paz 1780. Tras no haberla visto a lo largo del día, vecinos de la mujer ingresaron a la casa con una llave que ella les había confiado y se encontraron con el macabro cuadro. Estaba todo revuelto y el cadáver ferozmente golpeado. Ana María vivía sola, cobraba la jubilación mínima y sumaba a ello sus ingresos como modista.

Ayer, los pesquisas volvieron al escenario del feroz episodio y juntaron nuevas huellas para determinar quienes mataron a Ana María. "En una primera instancia podemos afirmar que no falta nada de la casa. Al menos no le llevaron electrodomésticos, pero no sabemos si la mujer tenía dinero escondido", dijo una fuente.

En tanto, una de las vecinas de la víctima, sostuvo que la noche del viernes, cuando el barrio se reunió alrededor de la casa de José C. Paz, "todos empezaron a contar y denunciar en voz alta que en los últimos días habían sido robados o que intentaron ingresar a sus viviendas para robar".

Por ese motivo, los vecinos se autoconvocaron para el próximo martes a la tarde en una asamblea que se realizará en el club Leña y Leña, ubicado en bulevar Rondeau y Larrechea, donde no sólo reclamarán justicia por el crimen de la modista sino que también demandarán mayores medidas de seguridad para el barrio. "No queremos otro crimen. Vamos a invitar al jefe de policía, al ministro Rosúa y a todas las autoridades que tienen responsabilidad en brindar protección a los vecinos", dijo la mujer aún consternada mientras Cartucho, el perro de Ana María, ladraba en el patio de la vivienda como quien extraña a quien más lo quería.