Para beber

Orígenes y parentescos

Gabriela Gasparini

No sólo a las estrellas del cine y el deporte le aparecen, cuando menos se lo esperan, nuevos hijos que piden ser reconocidos, a las cepas les pasa los mismo. Por suerte los análisis de ADN sirven para mucho más que resolver un crimen.

La doctora Carole Meredith, de la Universidad de California, y su equipo de investigadores, se han dedicado durante años a buscar el origen de las distintas uvas y sus parentescos, recolectando muestras no sólo de las más conocidas sino también de aquellas con una historia que no las favorece, convencidos de que en el pasado seguramente alguna relación habrían tenido. Y no estaban equivocados.

En un artículo publicado por la revista "Science" la científica aseguró que según sus estudios pudo determinar que tanto la Chardonnay como la Gamay y varias más tienen padres en común, y ahí llega la sorpresa: son el resultado de un cruce entre la Pinot Noir y una casi desconocida Gouais Blanc.

Según opinó la misma Meredith "produce cierta conmoción descubrir que tantas cepas provengan de los mismos padres y que uno de ellos tenga tan mala reputación que su cultivo ha sido abandonado". La especialista explicó que este apareamiento fue posible porque en cada caso se llevó a cabo una polinización cruzada (las semillas se desplazaron y en distintos lugares dieron brotes) a un campesino le gustó lo que encontró y las multiplicó por el método de estacas.

Todas las fuentes coinciden en que la Gouais Blanc es oriunda de Croacia y que habría llegado a Francia de la mano de los romanos, aunque no se sabe muy bien porqué la llevaron ya que ni siquiera ellos la apreciaban demasiado. Los galos, no conformes con su calidad, combatieron su crecimiento por siglos hasta hacerla casi desaparecer.

Meredith desliza una teoría sobre la mala fama de la Gouais, ahora convertida en una Cenicienta, madre de la reina de las blancas: "Quizás lo que ocurrió es que fue plantada en tierras bajas del noreste francés que no gozan de gran prestigio a la hora de producir frutos, mientras que la Pinot Noir se estableció en terrenos más altos considerados superiores para el crecimiento de las uvas".

Pero sólo son suposiciones. Llegada la hora de identificar a la criatura con la protagonista de algún cuento, dice que se inclina más por "La bella y la bestia", donde un tosco personaje se casa con una refinada dama, dando como increíble resultado una heredera trascendental. Mientras tanto, asegura que en Suiza, país donde la Gouais todavía se cultiva, elaboran con ella algunos vinos blancos bastante decentes.

Las hijas recién reconocidas del matrimonio Pinot-Gouais son dieciséis: Aligoté, Aubin Vert, Auxerrois, Bachet Noir, Beaunoir, Chardonnay, Dameron, Franc Noir de la Haute Saìne, Gamay Blanc Gloriod, Gamay Noir, Knipperlé, Melon, Peurion, Romorantin, Roublot y Sacy. En esta vida nadie está exento de llevarse una sorpresa.