| sábado, 20 de marzo de 2004 | San Lorenzo sigue sin poder ganar en el Nuevo Gasómetro Pese a jugar mejor, apenas igualó con un Chicago que puso corazón y tuvo fortuna El corazón y la fortuna le permitieron anoche a Nueva Chicago alcanzar sobre el final en el Nuevo Gasómetro un empate 2-2 ante un San Lorenzo que fue muy superior.
San Lorenzo tuvo en Leandro Romagnoli a un armador de tarea deslumbrante, pero el problema para el equipo local una vez más fue la falta de definición.
San Lorenzo y Chicago jugaron un primer tiempo interesante, por la conducción y claridad que aportó el Pipi Romagnoli entre los azulgranas y por lo práctico que es el equipo de Leonardo Madelón.
Romagnoli tuvo un rendimiento destacadísimo e inclusive armó el primer gol y consiguió el segundo.
El enganche asumió la responsabilidad de dirigir a sus compañeros y distribuyó la pelota con técnica, inteligencia y penetración.
El conductor jugó su mejor partido desde que regresó a la actividad tras la operación del neoligamento de la rodilla derecha.
Apenas 8' se demoró Romagnoli para generar la apertura. El diez pasó entre tres adversarios y mandó el centro hacia atrás que aprovechó Luna para acertar de derecha.
Chicago casi ni esperó para responder con eficacia porque Kmet mandó un córner desde la derecha, Testa entró en escena para desviar la pelota y Mandra se ocupó de resolver la situación con un zurdazo frente al arco.
Los de Mataderos lamentaron que por un problema muscular se haya tenido que retirar Mandra -lo reemplazó Héctor Sanabria-, porque el 1-1 les brindaba la oportunidad de valerse de su velocidad.
De todos modos, durante todo el primer período Romagnoli disfrutó con su profunda relación con el balón.
San Lorenzo también llegó con un remate cruzado del juvenil delantero Hernán Peirone que resultó apenas desviado.
Pero la etapa inicial fue para San Lorenzo porque Romagnoli se hizo cargo de un tiro libre desde la izquierda y con la diestra colocó la pelota por arriba de la barrera. Fue poste y adentro.
En la segunda parte lo de los anfitriones fue prácticamente un monólogo porque todo el conjunto giró en tornó de un Romagnoli inspiradísimo.
Pareció que San Lorenzo iba a vencer con comodidad, pero a Peirone le faltó experiencia y hasta un disparo de Santana dio en el travesaño. De Olivera tuvo varias tapadas clave para mantener a Chicago a tiro de la igualdad. La injusticia estaba agazapada y cerca del final tomó forma con ese cabezazo de Tilger.
San Lorenzo fue superior en casi todos los sectores, pero en la red quedaron 2-2. (DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El pibe Luna abrió la cuenta para el santo. | | |