Miguel Sánchez: Para vos, atleta

El deporte no olvida al corredor tucumano desaparecido durante la dictadura

Rodolfo Parody / La Capital

Miguel Sánchez era un corredor de fondo que militaba en la Juventud Peronista de Berazategui. Con la determinación que tuvo siempre, y siendo un adolescente, se fue de su Tucumán natal y recaló en Buenos Aires. Jugó en las inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata pero cuando consiguió empleo en el Banco Provincia se vio obligado a dejar el fútbol. Y lo atrapó el atletismo. Corrió tres veces el tradicional maratón de San Silvestre y pocos días después de regresar de su última participación fue detenido en la madrugada del 8 de enero de 1978. Es uno de los 30.000 desaparecidos de la dictadura militar y su historia trascendió años atrás con los artículos publicadas por los periodistas Víctor Pochat y Ariel Scher y por el colega italiano Valerio Piccione, que decidió organizar en homenaje al corredor un maratón en Roma que ya llegó a las cinco ediciones. En Capital Federal también se lo recordará mañana cuando se corra desde el Obelisco la tercera edición de la Carrera de Miguel, para la cual ya hay anotados más de 3.550 atletas.

Provenía de una familia humilde y tenía 10 hermanos. Con 17 años Miguel dejó Bella Vista (Tucumán) y se instaló en Capital Federal. Ni bien se alejó del fútbol, empezó a correr y se convirtió en atleta federado del club Independiente. Su entrenador fue una gloria del atletismo argentino, Osvaldo Suárez, ganador de tres ediciones de la San Silvestre. "Cuando retornó la democracia leí en un diario que Suárez lo había soñado cien veces a Miguel y que para él estaba vivo", contó a OVACION Beatriz Sánchez, hermana de Miguel y directora de una escuela de adolescentes y adultos de Berazategui.

"Un amigo de Miguel, Beto Díaz, me dijo que se reunían en Villa España (partido de Berazategui) con un grupo de la Juventud Peronista y que Miguel era muy apasionado del peronismo. Cuando murió Perón los dos fueron al velatorio y él quedó impactado porque Miguel lloraba desconsoladamente".

El periodista Valerio Piccione, de La Gazzetta dello Sport, conoció la vida de Miguel cuando estuvo en la Argentina en 1998, la que ya había sido reflejada por sus colegas Víctor Pochat y Ariel Scher. Desde ese momento el italiano organizó la Corsa de Miguel en Roma. En el 2000 corrieron 800 atletas y en enero de este año lo hicieron alrededor de 3000, con la presencia de Elvira Sánchez, el jefe de gobierno de Buenos Aires Aníbal Ibarra y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

"Fui tres veces invitada a la Corsa de Miguel y no me deja de asombrar el afecto y el compromiso con que participan. Cada vez se suman más amigos para correr por Miguel y por todos los desaparecidos. Como dijo Pérez Esquivel en la presentación de la carrera, ellos también luchan de esa manera por la memoria y por la paz en el mundo", manifestó Elvira.

El único testimonio que conoce Elvira sobre la suerte de Miguel, desaparecido a los 25 años, proviene de un detenido en El Vesubio (centro de torturas que estaba cerca de la autopista Ricchieri). "El contó que ahí estuvo un deportista destrozado que había vuelto de Brasil. Imagino que se trataba de Miguel. Esa es la única versión que tengo".

"Amaba la vida, tenía muchos amigos, quería a su familia. Su pasión era escribir poesía y contar sus vivencias. Era alegre, sensible, solidario, inquieto. Las veces que pienso en él releo su poesía (ver aparte) que refleja como era él. Y lo admiro cada vez más porque al venir a Buenos Aires él solo se forjó su porvenir. Correr es el mejor homenaje que se le puede hacer porque amaba el atletismo", concluyó Elvira.

Miguel, en los tiempos que corría para Independiente.