Lula le pidió a Bush que hoy respalde al país en la reunión del organismo

Brasil intercede por la Argentina en las negociaciones con el FMI

El titular del Fondo considera "natural" la postura de ambos países de discutir en conjunto la deuda

La Argentina obtuvo un nuevo apoyo de Brasil en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego que el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva pidiera ayer a su par estadounidense George W. Bush que mantenga su respaldo al país en la reunión de directorio que realizará hoy la entidad multilateral.

Luego de que Brasil y Argentina acordaron en Venezuela adoptar una posición común en la negociación con los organismos de crédito, y a una semana del vencimiento de compromisos argentinos por 3.100 millones de dólares, Lula aprovechó una conversación telefónica con Bush para interceder a favor del país.

"El presidente Bush se mostró simpático a la ponderación del presidente Lula sobre Argentina", informó escuetamente el vocero del Ejecutivo brasileño, André Singer.

Lula llamó a Bush para ofrecer la colaboración de su país en la reconstrucción de Haití, y -además del caso argentino- mencionó el posible envío de tropas brasileñas a la misión de Naciones Unidas en la convulsionada isla caribeña.

El ministro de Economía brasileño, Antonio Palocci, por su parte dio una señal de lo acordado entre Lula y (Néstor) Kirchner. Adelantó que modificará a partir de 2005 el cómputo de su superávit fiscal, y lo cambiará por una versión "cíclica", que evite los ajustes en momentos de recesión y los propicie en la fase expansiva de la economía.


Un test del FMI
Mientras tanto, los directores del FMI se aprestaban ayer en Washington para el debate que protagonizarán hoy, en la reunión convocada para evaluar el informe técnico de la misión que visitó Buenos Aires la semana pasada.

Aunque no habrá una votación formal, el encuentro servirá para anticipar si el directorio está dispuesto a aprobar la segunda revisión del acuerdo suscripto en septiembre último, condición a la cual el gobierno supeditó el pago del vencimiento del próximo martes.

En el Palacio de Hacienda descuentan que el Fondo aprobará el apartado fiscal, luego de que sólo en enero se cubrió con exceso el superávit primario previsto para todo el primer trimestre.

No obstante, la discusión con los acreedores privados de la deuda pública en cesación de pagos sigue estando entre los ítems más delicados para algunos de los países del G-7 (los más industrializados del mundo), cuyo voto resultará decisivo para la aprobación de la segunda revisión.

Por su parte, el director gerente del FMI, Horst Köhler, afirmó que "no hay nada hostil" hacia el organismo en la propuesta de Argentina de discutir junto con Brasil la reestructuración de la deuda de ambos países, y consideró como "natural" tal decisión.

"No veo, en eso, nada hostil hacia nosotros. Como lo he conversado con el presidente (brasileño) Lula (da Silva), no puede ser visto en esto nada negativo", aseguró Köhler. Destacó que "Argentina es un vecino de Brasil", por lo cual estimó "muy natural que trabajen en común".

"No me sorprende que hayan tomado esa decisión: es natural que quieran discutir en forma conjunta con el FMI", remarcó Köhler en una conferencia de prensa en San Pablo.

El ejecutivo puso de relieve que "Argentina es un miembro del FMI", con lo cual "quiero subrayar que nosotros tenemos todas las intenciones, todo el deseo, de trabajar con la Argentina", afirmó.


Sumando adeptos
Para convencer a los gobiernos del G7 viajó a Europa el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, con el objetivo de promocionar los nuevos bonos atados al crecimiento de la economía, que el gobierno aspira a canjear por los títulos defaulteados.

En su escala del lunes en Gran Bretaña, Nielsen pidió a varios funcionarios que revean la abstención de ese país en la primera revisión del acuerdo, a la cual se sumaron Italia y Japón, presionados por los ahorristas individuales perjudicados por la cesación de pagos de los bonos argentinos.

Nielsen procurará además asegurarse el apoyo clave de Alemania, cuyo ministro de Finanzas, Hans Eichel, adelantó en una reciente visita a Buenos Aires que mantendría el aval al gobierno de Néstor Kirchner, aunque advirtió que el gobierno debía presentar una oferta "menos dura" a los acreedores.

Varios diputados justicialistas consultados esperaban las precisiones que ofrecerá hoy el ministro Roberto Lavagna, en una reunión con el bloque oficialista convocada para las 15.30 en el Congreso.

Lula dio ayer una señal de apoyo a la Argentina.