| miércoles, 24 de diciembre de 2003 | Otro robo en barrio Industrial A punta de pistolas se llevaron 4 mil pesos de un supermercado Los ladrones vaciaron las cajas del comercio y la del rapipago instalado en el local Eduardo Caniglia / La Capital Dos hombres que simularon ser clientes de un supermercado de barrio Industrial interrumpieron abruptamente las compras navideñas que muchos clientes realizaban y, a punta de pistolas, robaron 4 mil pesos de las cajas. El hecho es el tercer asalto que el comercio sufre en este mes.
Ayer a la tarde Rubén Fenoglio, uno de los propietarios de la cadena de supermercados del mismo nombre, explicó casi con resignación el nuevo robo del que fue víctima en el local ubicado en Casilda 1240. Faltaban 45 minutos para el mediodía cuando dos jóvenes "de entre 20 y 25 años", que habían llegado en bicicleta, entraron al comercio. Todos creyeron que eran dos clientes más. Para no despertar sospechas, uno de los desconocidos dejó su mochila en la recepción del local. Un tercer maleante se quedó afuera oficiando de campana.
La actuación duró escasos segundos. Enseguida, uno de los hombres exclamó el tradicional "ésto es un asalto". Y todas las personas que estaban en el negocio quedaron inmóviles cuando los maleantes los encañonaron con un revólver y una pistola. Primero, uno de los maleantes se dirigió hacia el rapipago del Banco Bica que funciona en el comercio, un pequeño mueble de madera, detrás del cual los empleados del supermercado cobran los impuestos y servicios a los habitantes de la barriada.
Una vez allí, recogieron los 300 pesos que había y después se encaminaron a las dos cajas del súper, donde se apoderaron de todo el efectivo, unos 3.700 pesos.
Una de las víctimas del robo fue el periodista deportivo Néstor Ausilio, quien ayuda a Fenoglio en el comercio. Hacía un rato que el cronista había llegado para retirar la recaudación que después depositaría en un banco. "Néstor es mi amigo y colabora conmigo en las cuestiones administrativas", explicó el dueño del local.
Apenas Ausilio levantó la vista, divisó cómo uno de los ladrones apoyaba sobre su pecho el arma y lo alejaba unos metros hacia el fondo del local. Tal vez ese fue el momento de mayor tensión que se vivió durante el asalto casi al mismo tiempo que una clienta se desvanecía. "Me asusté mucho porque los tipos tenían armas y estaba lleno de gente", recordó Fenoglio.
El robo duró un minuto y medio, pero al comerciante le pareció "una eternidad" y no pudo contener su ansiedad frente a los maleantes cuanto el ilícito había concluido. "Ya tenés la plata, andate que va a llegar la policía", le dijo a uno de los ladrones cuando intentaba apoderarse de la riñonera de una clienta. La contestación crispó los nervios de Rubén. "Si viene (la policía) los mato a todos", respondió el delincuente.
Aunque enseguida los asaltantes aceptaron la sugerencia y se marcharon a bordo de la bicicleta. Por entonces, el tercer hombre que estaba en la vereda, había desaparecido de la escena. Detrás de ellos salieron Rubén y un empleado. Se subieron a una camioneta y persiguieron a los ladrones hasta que se introdujeron en una villa miseria de French y República Dominicana. En la alocada carrera pudo comunicarse a través de su celular con un operador del Comando Radioeléctrico para denunciar el atraco.
A partir de allí, el comerciante les perdió el rastro. Tampoco los encontraron los efectivos de esa fuerza de calle que patrullaron el asentamiento precario.
La sucesión de atracos al autoservicio de Casilda al 1200 parece no detenerse. Ya sufrió tres robos a mano armada durante este mes. Los anteriores habían ocurrido el 5 y el 12. Sumados al atraco de ayer, los hampones ya se llevaron siete mil pesos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rubén Fenoglio sufrió tres robos en lo que va de diciembre. | | |