| miércoles, 24 de diciembre de 2003 | CRIMEN EN MOLINO BLANCO Desmienten una versión policial Integrantes de la agrupación Barrios de Pie aclararon que Sergio Aquino, un muchacho de 21 años asesinado de un balazo el domingo a la tarde en el extremo sur de la ciudad, no tenía antecedentes penales, y por tal motivo desmintieron la versión policial que hablaba de un ajuste de cuenta entre delincuentes. Aquino era militante de Barrios de Pie desde hacía dos años, período durante el cual participó en los numerosos emprendimientos comunitarios en la zona de Guillermo Tell y Magnano.
Sus compañeros expusieron sus dudas sobre los verdaderos motivos que pudo tener el crimen, ocurrido justamente en el mismo fin de semana en que se recordaron los trágicos hechos de diciembre de 2001. Aquino había participado en las marchas y actos realizados el viernes último y el sábado había concurrido a un asado para despedir el año.
El homicidio ocurrió el domingo 21, cerca de las 14.30, en pasaje Coni y el terraplén (a la altura de Buenos Aires al 6600). Aquino fue asesinado cuando ayudaba a un primo suyo que estaba sufriendo un ataque de epilepsia en plena calle. Según contaron testigos, el Pipi (como llamaban a Sergio) sostenía a su familiar de un hombro cuando apareció un tal Gordo en motocicleta. Al parecer sin que mediara discusión alguna, el de la moto extrajo un arma y le disparó a quemarropa a la víctima que todavía sostenía al enfermo para luego escapar.
"Lo mataron a sangre fría" Julio López, Nancy y Claudia Fleitas y Ramón Valdéz eran compañeros de militancia de Aquino y salieron a desmentir la versión policial sobre el supuesto ajuste de cuenta entre delincuentes. "Queremos aclarar que Aquino no era delincuente, no tenía antecedentes y lo mataron a sangre fría por nada. Esto es algo que nos llama la atención si tenemos en cuenta que pertenecía a Barrios de Pie, participaba activamente de todas las movilizaciones y lo mataron el día después de los aniversarios del diciembre trágico", coincidieron.
López sospecha que detrás del crimen "hay algo más". "Vamos a seguir la investigación porque el hecho está impune. La policía ofrece primero la versión del ajuste de cuentas para que la cuestión quede allí y no avanzar más. Pipi no era un delincuente, tenía familia y una hija de un año. Trabajaba para cuidar a la nena y a su padre, que es lisiado", sostuvieron Nancy y Claudia, quienes conocían a Aquino. enviar nota por e-mail | | |