Para seguir en carrera Pasó el tiempo pero el ex jockey no abandona su pasión

Alberto Serra

Rosario siempre fue cuna de grandes látigos, además de constituirse en un verdadero examen final para aquellos jockeys que llegaban al Independencia con la intención de escalar algún día al mayor nivel -Palermo y San Isidro-. Uno de estos fue Juan Guillermo Ublich, de magnífica campaña en estas pistas. Nacido en Diamante, Entre Ríos, a los 13 años ya ganaba en Paraná montando los caballos del cuidador Rolan, y resultaba común ver la figura de aquel espigado adolescente en toda la extensión de la tierra entrerriana.

Allá por el 72 comenzó a viajar semanalmente a Las Flores, donde Ubaldo Rodríguez, Ambrosio Machena y Néstor Bortulé eran figuras descollantes. Ublich triunfaba entre ellos, y sólo tenía l4 años. Los que sabían de su habilidad e inteligencia para correr, no dudaban que pronto aparecería por Rosario. Los tiempos y plazos se cumplen, y Ublich llegó al Independencia donde ganó con Pto. Secreto, pupilo de Sixto Pacheco, para comenzar a ligarse a un cuidador con quien en los años siguientes conformó un binomio muy exitoso. Radicado en Rosario logró escoltar a Angel Baratucci en la estadística del 76, para luego vencer en forma consecutiva desde 1977 hasta 1983. Volvió a ganar entre el 85 y 88, sumando 11 en su palmarés, siendo el jockey más ganador en ese rubro luego de Angel Baratucci, superando incluso al notable Cayetano Sauro.

Su gran tarde fue la del 18 de septiembre de 1978 donde cumplió una notable gestión, al obtener 7 victorias en una misma reunión. En 1988 Ublich tuvo una gran temporada en el óvalo local, ya que a su triunfo como jockey, le sumó el de cuidador, profesión que recién había abrazado y en la que superó a Mario Garay. En esa temporada se llevó el cómputo de triunfos por binomio, donde Ublich logró igualmente superar a sus colegas. Vale decir que en la temporada 88, Juan Ublich sumó tres estadísticas.

Tras desempeñarse con acierto en los máximos, donde tuvo que luchar para mantener un peso adecuado, obligándolo a grandes sacrificios, y a pensar en un futuro ya sin la fusta en la mano. Viajó a los Estados Unidos donde pasó una temporada sumando conocimientos, los que amplió luego en Irlanda, para luego recalar nuevamente en Argentina.

Lleva un año en el Independencia y se lo puede ver montar con preferencia a algunos caballos que entrena Eduardo Carello, para mantener estado, como antes lo hacía con pensionistas de Luis Fuentes. Con 45 años Ublich -que no perdió su estilo, en pocas horas más se trasladará a los principales centros de entrenamientos de caballos de carreras como, Asia Menor, Lejano Oriente y Oceanía, para seguir "en carrera".