Telecom, ¿ineficacia o impunidad?

Desde el 11 de noviembre pasado mi línea de teléfono de Villa Constitución está tan muerta como la vergüenza que debiera tener Telecom por la ineficacia de su servicio. Ineficacia que raya con la impunidad, porque quienes sufrimos los atropellos de estos "concesionarios del abuso público" estamos desamparados. Y llega a tanto el daño que causa tanta impunidad e ineficacia que hasta le pueden arruinar la vida a una familia. Es que no sólo desde el 11 de noviembre estoy pagando un servicio de Internet (imprescindible para mi trabajo y el de mi esposa) del que no puedo disponer, sino que además debemos alternarnos para salir de mi casa porque no podemos contar con el monitoreo telefónico de la alarma instalada para protegernos de ladrones (que ya nos visitaron una vez). Y más aún, por ese motivo tampoco podremos gozar las vacaciones para las cuales tenemos pagadas las reservas desde el 1º de enero. Cuando hice el primer reclamo me dijeron que la solución estaría en 10 días hábiles. A la semana, cuando iba ya por el vigésimo llamado al incalificable servicio del 114, la demora pasó a ser de 27 días hábiles. Ayer, ese plazo se extendió a 35, por lo que estimo que la semana próxima será de 47, y luego de 68 y así sucesivamente. Días después de aquel fatídico 11 de noviembre, el encargado de relaciones públicas de Telecom, Ricardo Scaglione, visitó una FM de Villa Constitución y aseguró que la ¿empresa? ya estaba trabajando en solucionarles los problemas a sus clientes. Ahora comprendo por qué, hace un par de semanas y a la luz de esa inutilidad empresarial manifiesta, un periodista villense calificó a Scaglione como "un charlatán". En síntesis, somos rehenes de la desidia y el despropósito privatizados. Por eso, mientras siga sin poder salir de mi casa por estar incomunicado, la pregunta a responder será la misma que se hacen miles de usuarios: ¿hasta cuándo Telecom seguirá abusando de nosotros, amparada en una inmoral impunidad a la que nadie pone coto?

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