| miércoles, 29 de octubre de 2003 | Contención en un lugar diferente "Los chicos necesitan un espacio diferente. Ellos juegan y son capaces de estar colgados a una bomba de infusión pasando quimioterapia mientras se divierten con las cartas, cantando o dibujando", relató Matus. Esto los diferencia de los adultos que demandan serenidad.
Para el proyecto aportaron su visión un equipo de ingenieros biomédicos, médicos, enfermeros y bioquímicos. De esta manera están contempladas las necesidades de cada profesional. "Recién cuando se complete la primera fase, con transparencia contable asegurada y en condiciones de ser mantenido, entonces comenzaría la construcción de la segunda etapa", confirmó Matus.
Un clima distendido, con los tratamientos adecuados y un equipo interdisciplinario favorecen enormemente la curación. "Pensamos trabajar con un equipo de psico-oncólogos, que se ocupará de la laborterapia y de los talleres de expresión, donde podrán observar la evolución del niño a través del juego y del arte y brindar información a los médicos. El trabajo interdisciplinario permitirá saber qué manifiesta el niño y qué necesita. Los médicos evaluamos cuándo está mejor desde el punto de vista orgánico, y con los demás profesionales trataremos de mejorar su calidad de vida".
El centro ofrecerá también alternativas para una muerte digna, sin dolor y con la cobertura religiosa que la familia requiera, actividades para padres, información sobre tratamientos y contención. enviar nota por e-mail | | |