El primer cuarto de hora del segundo tiempo siguió entregando una supremacía de Newell's, aunque con un Vélez que de tanto en tanto inquietaba con alguna pelota aérea. Pero a los 16, y en una jugada muy confusa, el Pájaro Domizi empezó a sentenciar el resultado.
La jugada arrojó muchas dudas, al punto que el árbitro Brazenas primero anuló el gol a instancias del asistente número dos Juan Milone y posteriormente, tras dialogar con el línea, lo convalidó. El blopper de los jueces se inició con el centro bajo ejecutado desde la derecha por Ponzio, el encargado de las pelotas paradas, Cristián Domizi ingresó apareado con Maximiliano Pellegrini, el zaguero alcanzó a tocarla, el rebotó le pegó al arquero Bernardo Leyenda, y el Pájaro la mandó al fondo del arco para el delirio de los hinchas.
La sorpresa invadió a los rojinegros cuando Brazenas hizo señas de que no valía el gol, entonces los locales, con Domizi a la cabeza, se fueron encima del línea, pero después de que Brazenas dialogara con el asistente, lo sancionó. Ahí, fue el turno de protestar de los de Vélez, aunque el árbitro hizo señas claras de que la decisión de convalidarlo fue suya.
"El árbitro le dijo al línea que el gol lo convalidaba él y que no existió offside. La seña del juez fue al línea, a quien le dijo que no había posición adelantada, porque la habían tocado dos jugadores de Vélez antes que yo y que el gol lo daba él", explicó con lujo de detalles el Pájaro Domizi.