50.000 policías cuidaron del voto de los cariocas

Río de Janeiro. - Sin modificar su rutina playera, los cariocas acudieron en calma a las urnas para participar en las elecciones generales, que en esta ocasión contó con una fuerte presencia militar y policial en prevención de alguna acción de los narcotraficantes. Las autoridades del Estado de Río de Janeiro, responsables por la seguridad de la capital, la ciudad homónima, colocaron desde el sábado en estado de alerta a 50.000 efectivos del ejército y la policía, dada la posibilidad de que los narcotraficantes realizaran alguna acción de sabotaje. Unos 28.000 efectivos de la policía militar, 11.000 policías civiles y municipales están a la orden junto a 11.000 soldados enviados de refuerzo.
Por primera vez en su historia democrática, los cariocas acudieron a las urnas bajo la ostensiva presencia de los uniformados en las calles. El patrullaje de piquetes militares, fuertemente armados, se produjo especialmente en la zona norte de la ciudad carioca, ubicados en puntos considerados por las autoridades como los más peligrosos, como las inmediaciones de las cárceles. Igualmente los lugares más vulnerables, como puentes, instalaciones castrenses, gubernamentales y de servicios públicos estarán custodiados hasta hoy.
También en los barrios residenciales, especialmente aquellos contiguos a las favelas (villas miseria) consideradas más peligrosas y bastiones de narcotraficantes, fueron dispuestos efectivos de la policía militarizada, en tanto que la policía civil vigilaba los puestos de votación.
Pero si en la zona norte de la ciudad la presencia de los uniformados era apreciable, no ocurría lo mismo en la turística zona sur de la ciudad, donde están ubicados los elegantes barrios de Copacabana, Ipanema y Leblon. Allí, pese a la realización de la jornada electoral, la rutina dominical de los cariocas no se modificó: las famosas playas del sector estaban atestadas de personas que disfrutaban de un radiante y caluroso sol que ya hacía varios días no tenían en esta época de primavera. Sin embargo, en medio de los cuerpos bronceados en traje de baño, los esbeltos deportistas trotando, patinando o montando en bicicleta por la vía paralela a la playa, ciertos símbolos electorales delataban que no se trataba de un día común. (AFP)