El séptimo ajuste implementado por el gobierno de Fernando de la Rúa, aprobado en la madrugada de ayer tras un intenso y prolongado debate, continuó generando rechazos y adhesiones parciales por parte de los diputados santafesinos, quienes criticaron que los recortes recaigan en los jubilados y en los empleados estatales y que no se haya tocado a los "ganadores del modelo". En su mayoría, los legisladores nacionales de los distintos bloques partidarios coincidieron en que se debe lograr un acuerdo nacional para redefinir el pago de la deuda externa, de manera que la gravedad de la crisis no vuelva a recaer en los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El frepasista Rubén Giustiniani sostuvo que el nuevo ajuste "es inaceptable por la inequidad que produce y porque recae sobre los hombros de los que menos tienen", y sostuvo que "la gravedad de la crisis, en un horizonte recesivo, tornará ineficaz los recortes porque agudizan la depresión económica".
A pesar de que la Cámara de Diputados logró poner un límite de 500 pesos, contra los 300 que originariamente propuso el gobierno, Giustiniani justificó su voto en contra al afirmar que el decreto no se modificó en su esencia: "La mecánica del ajuste se mantuvo y no podemos salir del círculo vicioso de la recesión".
Oscar Lamberto (PJ) también votó negativamente la batería de leyes que envió el ministro de Economía, Domingo Cavallo, y calificó de "hecho desgraciado" la media sanción que le otorgó Diputados. "Todas las medidas son recesivas, sobre todo lo que refiere al recorte salarial, que es lo que está más ligado al consumo interno", afirmó el legislador peronista. Además, puso en duda que el gobierno vaya a liquidar los salarios y las jubilaciones correspondientes al mes de agosto con el nuevo piso fijado por Diputados: "Según mi interpretación, está rigiendo el decreto del Poder Ejecutivo, que establece el recorte de 13% en sueldos y jubilaciones mayores de 300 pesos".
Lamberto dijo que la base de 1.000 pesos que se había fijado por acuerdo entre el gobierno y los diputados radicales "fue un operativo de prensa", dado que finalmente el artículo 12 de la ley establece que ese monto está ligado y condicionado a una mayor recaudación.
Otro de los que se negó a votar positivamente el nuevo paquete económico fue Héctor Cavallero, del Partido del Progreso Social (PPS). El legislador consideró que el gobierno debe llamar a "una mesa de concertación para discutir la reprogramación del pago de la deuda externa y las tasas de interés usurarias que cobran los bancos en detrimento de las pymes y el agro".
El radical Carlos Iparraguirre indicó que "de no haber reactivación es impensable equilibrar el presupuesto", al tiempo que se sumó al reclamo de "rediscutir los términos del pago de los servicios de la deuda externa" y utilizó la ironía cuando disparó: "Salvo que alguien piense en seguir ajustando las jubilaciones o en un plan de eliminación de los jubilados".
Pero a pesar de sus críticas, Iparraguirre hizo obediencia debida y se acopló a la decisión que tomó el bloque de la UCR, que fue la de acompañar con su voto las medidas que emanaron desde el Ejecutivo nacional.
Medidas alternativas
Cada uno por su lado, Giustiniani, Cavallero e Iparraguirre coincidieron, con leves matices, en que se deben aplicar medidas alternativas que generen la recaudación necesaria para llegar a fin de año sin que se afecten los salarios ni las jubilaciones.
Esas medidas pasan por plantear que las Aseguradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) vuelquen un 25% de las comisiones que cobran a la recaudación del Estado y la posibilidad del retorno de sus afiliados al régimen de reparto; la restitución de los aportes patronales a las empresas privatizadas, a las instituciones financieras y a los hipermercados.
Asimismo, plantearon la retención a las exportaciones petroleras, la anulación transitoria de la reducción del impuesto a las transferencias de combustibles (ITC) y la no devolución del impuesto a las ganancias.
Natale lo pronosticó
Para el demoprogresista Alberto Natale "no es novedad que el problema de los déficit recurrentes de los presupuestos provoquen una eclosión", ya que recordó que él lo pronosticó "hace mucho tiempo". El legislador señaló a La Capital que votó a favor del proyecto cuando se trató en general, pero se opuso cuando se consideró el recorte de salarios y jubilaciones.
Natale añadió que, a pesar de su advertencia, se desaprovecharon varias posibilidades que, en su momento, hubieran evitado un ajuste menos doloroso. En ese sentido, destacó que "el blindaje y el megacanje, que aparecían como soluciones al endeudamiento, se esfumaron o no alcanzaron, y ahora estamos ante la cruda realidad de la inminencia de la cesación de pagos, con toda su secuela de brutal recesión y desempleo".
Asimismo, reclamó que cuando "el Poder Ejecutivo y el bloque legislativo de la Alianza se pongan de acuerdo, ya que hasta ahora no han logrado unificar criterios", recién allí el PDP "ayudará a evitar la catástrofe, tratando de que los afectados sean los menos posibles".
Natale se lamentó porque "si esto se hubiera planteado hace un año, se podría haber renegociado con el FMI la deuda en otras condiciones y se hubiera podido evitar lo que hoy está pasando. Pero el gobierno se durmió y recién se acordó del problema cuando el agua le llegó al cuello".