Madre e hija detenidas por la desaparición de ancianos

Se habrían quedado con los bienes de viejitos que llevaban a su geriátrico de Banfield

Buenos Aires.— La regenta de un geriátrico clausurado y su hija fueron detenidas en Banfield acusadas de privar de la libertad y robar a por lo menos tres ancianos, dos de los cuales permanecen desaparecidos, para quedarse con las propiedades de las víctimas.

Fuentes policiales y judiciales informaron que en la vivienda de las sospechosas se hallaron objetos de un anciano desaparecido desde julio último en el barrio porteño de Almagro. Por esa razón es que se realizaron excavaciones, aunque sin éxito, en la residencia en busca de restos de esta persona y de otra anciana de la que también se desconoce su paradero.

Todo se inició el 19 de septiembre cuando Adriana González, de 50 años, fue detenida en Lomas de Zamora acusada de robarle a una anciana a la que había engañado y reducido con gas pimienta. Tras ser sosprendida “in fraganti” por la policía, la mujer quedó a disposición del fiscal Juan José Vaello, de Lomas de Zanora, que la acusó de “robo agravado”.

Geriátrico cerrado. Según los investigadores, González tuvo un geriátrico en calle Maipú al 200, de Banfield, que fue clausurado hace varios años. Y desde entonces residía en una vivienda residencial de Palacios al 1800, donde los vecinos dijeron haber visto bajar varias camas aunque nunca observaron movimiento de ancianos.

Tras la detención, la policía allanó esa casa y encontró enterrados pares de anteojos, una birome, una dentadura postiza, una silla de ruedas, documentación y ropa que no pertenecía a la mujer.

Pocos días después, otra anciana denunció en la comisaría de Banfield que tiempo atrás había sido privada de su libertad en la casa de Palacios al 1800, alquilada y regenteada por González. De acuerdo a la denunciante, la sedaron con el aparente fin de hacerle firmar un poder para que entregara sus propiedades, dijeron los informantes policiales.

Esta nueva causa quedó a cargo de la fiscal María González, de Lomas de Zamora, que ordenó un nuevo allanamiento en la vivienda donde fue detenida la hija de González, identificada como Anahí Chaparro, de 25 años.

Viuda negra. Ante la sospecha de que González actuaría con la modalidad de “viuda negra” para engañar a personas mayores y drogarlas para robarles documentación y pertenencias, los investigadores profundizaron la pesquisa en base a denuncias de ancianos desaparecidos.

Así se tomó conocimiento de una denuncia ante la Policía Federal por la averiguación de paradero de Serafín López Saavedra, de 98 años, desaparecido el 3 de julio en Almagro, y por quien se ofrece una recompensa de 50 mil pesos.

Elba Ferreiro, sobrina del anciano, contó ayer que hace 20 días la llamaron de la fiscalía para decirle que en la casa de González habían encontrado documentos de su tío. “Reconocí documentos, una corbata, zapatos, un reloj y hasta las llaves de la casa de mi tío. No sé cómo llegaron esas cosas a esa casa porque no tenemos familia ni conocidos allí”, dijo.

Los investigadores también confirmaron que otros de los elementos secuestrados pertenecen a por lo menos otra persona mayor, una de ellas sería una anciana de apellido Molina, a quien la fiscal también investiga como desaparecida.

Ante la presunción de que los ancianos hayan sido asesinados, los investigadores realizaron excavaciones en busca de los cadáveres, aunque hasta anoche sin resultados.

“Vinieron a ver si encontraban los cadáveres de los viejitos. Dicen que los dopaban, que los traían acá y les robaban todo”, contó a la prensa Gimena, una vecina del lugar.

Por su parte, Mónica, otra vecina de las sospechosas, relató que en la casa “había un metro y pico de basura, comestibles podridos y un olor impresionante además de ropa de gente grande tirada y muebles preciosos llenos de mugre. Un asco”.

Ambas vecinas coincidieron en que la casa pertenece a un viudo que reside en La Pampa y que hace cuatro años se la alquila a las dos mujeres detenidas y a un hombre, a quien la policía buscaba ancohe. (Télam)

La vivienda de Banfield donde funcionaba el geriátrico trucho.