Contra todos los pronósticos, Medicina tuvo menos inscriptos

Hasta ayer se anotaron 1.441. El año pasado hubo más de 3.000 aspirantes. De todos modos, se podría triplicar la asistencia a clases debido a la falta del examen de ingreso

Isolda Baraldi / La Capital

Contra todos los pronósticos, no hubo un aluvión de aspirantes a ingresar a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Hasta ayer los inscriptos fueron 1.441 jóvenes (en los últimos años la cantidad superaba los tres mil) y, a pesar de que hoy finaliza el plazo para hacerlo, desde la facultad desestimaron que la cantidad aumente considerablemente. A partir de la eliminación de la Instancia de Confrontación Vocacional (ICV), curso y exámenes eliminatorios para entrar como alumno regular, se generó una polémica sobre cuántos alumnos podía absorber la casa de altos estudios manteniendo la calidad educativa. No fueron pocos los que pronosticaron que los estudiantes superarían con creces los 2.000, pero no será así. De todos modos, si no hay un porcentaje importante de deserción natural, la cantidad de alumnos activos podría triplicar a la del año pasado que fue de unos 500.

   “Se inscribió el 50 por ciento de los que lo hacían regularmente; el año pasado hubo más de 3.200 anotados”, aseguró el responsable de Extensión Universitaria de la facultad, Damián Verzeñassi. Lo cierto es que, con la ICV, la cantidad de estudiantes fue disminuyendo hasta el año pasado cuando efectivamente ingresaron 480 alumnos regulares.

   Por otro lado, la baja de la matrícula en la UNR no significó un incremento de los inscriptos en la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Según indicaron los referentes del área de ingresos, la cantidad de interesados fue prácticamente igual a la de años superiores. “Creímos que habría una mayor demanda, pero la verdad es que no fue así y no tuvimos problemas”, indicó un directivo, y remarcó que no superan por año los 150 interesados que deben pasar un examen de ingreso.

   En la UNR, para el ciclo lectivo de 2008, los interesados deben aprobar el Módulo de Inclusión Universitaria (MIV), que significa asistir a encuentros académicos y también a sitios de atención de la salud, y luego rendir bien evaluaciones que los acrediten como alumnos regulares. Aquellos que no cumplan con las cargas horarias y con las expectativas académicas podrán cursar como alumnos regulares pero no presentarse a los exámenes hasta que acrediten las exigencias del módulo.

   “Estamos por la inclusión total de los alumnos; de todas maneras esta instancia hará hincapié en derechos humanos, derecho a la salud y ética médica, entre otras cuestiones, para darles a los estudiantes las herramientas necesarias de esta carrera”, remarcó Verzeñassi.

   De este modo los aspirantes deben asistir en diciembre a una clase de cuatro horas por semana, luego en enero deberán concurrir a cualquier centro de salud de su lugar de residencia y finalmente en febrero y marzo dar el presente a las dos clases semanales de cuatro horas cada una.

   “La asistencia es obligatoria y se harán autoevaluaciones, además de los otros exámenes. Quienes aprueben estarán en condición de alumnos regulares y los que no, deberán hacerlo luego”, explicó el funcionario. l

Los médicos a punto de recibirse realizaron ayer su tradicional bajada frente a la Facultad de Medicina (Francia y Santa Fe) y luego pasearon por el centro rosarino.