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 domingo, 30 de septiembre de 2007  
Subastan componentes del mítico Concorde
Ofrecen desde auriculares hasta un tren de aterrizaje pero piden precios siderales

Cientos de componentes del supersónico Concorde —desde los auriculares hasta los artículos del baño—, están atrayendo grandes ofertas en una subasta francesa que revive la era del lujoso avión, que volaba al doble de la velocidad del sonido, según se informó en Toulouse. La mayoría de las 60 piezas treparon hasta cinco veces el precio de venta.

   El avión anglofrancés fue retirado del servicio en el 2003 después de transportar a ricos y famosos a través del Atlántico durante 27 años a velocidades superiores a los 2.625 kilómetros por hora.

   La subasta durará hasta mañana en la capital de la aviación francesa (Toulouse), donde el pulcro avión de morro caído fue fabricado en cooperación con empresas del Reino Unido.

   Los artículos que están siendo vendidos para conseguir dinero para un museo incluyen un par de tazas del retrete que pesan 5,8 kilos y están disponibles a precios de salida de subasta de 400 euros cada una. Por el mismo precio los coleccionistas pueden pujar por unos auriculares que usaban los pilotos del aparato.

   Una ventanilla laminada de la cabina del piloto llegó a los 3.100 euros, diez veces el precio de salida, al comienzo de la subasta del viernes. Si el espacio no es un problema, la subasta incluye un par de trenes de aterrizaje de una tonelada para los cuales la puja comenzó en 2.000-3.000 euros.

   El artículo más simbólico para muchos admiradores del avión será, sin embargo, el medidor de velocidad, que pesa sólo un kilo y se ofrece a un sugestivo precio de 1.500-2.000 euros. El dial del instrumento grababa la velocidad cuando se pasaba la barrera del sonido, conocida como Mach 1.

   Diseñado en la década de los 60, los instrumentos de la cabina pueden parecer pasados de moda comparados con los lectores digitales de los modernos aviones de pasajeros, pero el funcionamiento de los componentes es impecable.

   El avión trasladaba a 100 pasajeros a una velocidad de hasta Mach 2.2, casi tres veces la velocidad de crucero de un Boeing 747.
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