Ya rescataron dos cuerpos por la caída de una casilla al río

Ya son dos los cuerpos rescatados del río luego de que una casilla cayera de la barranca al cauce del Paraná, a la altura de Moreno, y un tercero continúa desaparecido. Así lo aseguró ayer a La Capital el titular de Prefectura Rosario, Jorge Blati, quien además indicó que el terreno donde trabajan los buzos "es en muchos sectores inaccesible porque está lleno de clavos, chapas y escombros, lo que hace que el rastrillaje sea muy complejo".

El accidente se produjo el viernes, cuando la erosión que los cinco días de lluvia ininterrumpida provocaron sobre la barranca del río hicieron que una de las casillas de los pescadores que hay en la zona se desplomara sobre el agua del Paraná.

En el lugar estaban Rocío y su beba, que lograron salir del río por sus propios medios; y su pareja, José Colomé, cuyo cadáver fue rescatado del agua sobre el mediodía de ayer.

Además, estaba el amigo de ambos, Marcos Anchával, cuyo cuerpo había sido encontrado y rescatado el mismo viernes del accidente; y Natalia, una joven a la que habían dado albergue ante al mal tiempo y a la cual los testigos vieron por última vez bajo el agua.


El operativo
Aunque el cuerpo de Colomé había sido visualizado enseguida después del accidente se encontraba debajo de un montón de escombros que recién fueron removidos ayer para poder retirar el cadáver

"Logramos sacar el cuerpo a las 13.30", indicaron en Prefectura, al tiempo que explicaron que se necesitó de un guinche para levantar los restos de la casilla que lo cubrían.

Además, los efectivos aseguraron que continúa desaparecida Natalia, la joven a quien habían dado albergue ante el mal tiempo. "Todavía no podemos establecer su identidad, sólo sabemos que se llama Natalia y que desapareció bajo el agua", indicaron en la fuerza.


Dificultades
Si bien la Prefectura continuaba trabajando en el lugar en busca de la joven Blati hizo hincapié en las dificultades que encontraron los buzos a la hora de realizar sus tareas en el agua

"Han hecho un rastreo, pero es muy difícil porque se trabaja al tacto y no hay ningún tipo de visibilidad", indicó el prefecto.

Además señaló que "hay lugares de la zona del accidente que resultan completamente inaccesibles para los buzos, e incluso inseguros" porque "quedan partes de la casilla y entonces hay clavos, chapas, tirantes y hasta escombros bajo el agua, lo que representa un verdadero peligro".

Los buzos lograron remover los escombros y sacar el cadáver del agua.