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 sábado, 02 de diciembre de 2006  
El Ballet Nacional de Cuba presenta "Don Quijote" en El Círculo
"Ser perfeccionista permite tener siempre algo por lo cual luchar"
Alicia Alonso, directora de la compañía, dijo que los clásicos no son obras acabadas, sino piezas a las que hay que revisar para conservar su esencia

Rodolfo Bella / La Capital

El Ballet Nacional de Cuba presentará la versión completa de "Don Quijote", con dirección de Alicia Alonso. La obra, que se mostrará hoy, a las 21,y mañana, a las 20, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza, es una de las más requeridas a la prestigiosa compañía fundada por Alonso en 1948 y fue elegida para esta gira por el significado que adquiere el personaje para la cultura hispana.

Alonso, que llegó por segunda vez a Rosario -la primera fue en 1984- reconoció que a pesar de su extensa experiencia le resulta difícil estar absolutamente "conforme" y confesó que es "perfeccionista" en su trabajo: "Es la forma que uno siempre tiene para estar inquieto y que permite tener algo por lo cual mirar hacia adelante, algo por lo cual luchar y un obstáculo para vencer. Creo que uno nunca llega a lo mejor, pero siempre tiene que buscarlo, en su arte, en su persona. Uno nunca se puede conformar, si no ¿para qué todo? Lo contrario es echarse, tirarse tierrita encima y se acabó porque si ya está conforme con todo ya no tiene para qué vivir".

Y Alonso demuestra sus palabras con datos. Además de la gira -que comenzó en Brasil, continuará en Buenos Aires y luego en Chile- y la cátedra que dicta en Madrid, a los 86 años y con la vitalidad y un sentido del humor intactos, desarrolla un trabajo sin pausa como coreógrafa.

"Este año hice tres nuevas coreografías. Una se la dediqué y la bailó Carla Fracci, la primera bailarina italiana, con tres bailarines cubanos; otra, fue para todo el Ballet, con música de Mozart, y la tercera, «Cuadros de una exposición». Fue con obras de diez pintores cubanos y cada cuadro fue puesto a tamaño escénico y hecho coreografía. Las figuras salían del cuadro, o los que venían a la exposición, entraban, salían y se comunicaban. Es algo muy interesante y que causó mucha curiosidad".

La elección y el montaje de "Don Quijote" responde a razones y consignas precisas: el significado que reviste el personaje de Cervantes para la cultura hispana, la necesidad de respetar el origen español de la obra y reivindicar al personaje y su filosofía, conservando la esencia de la coreografía Marius Petipa, aunque revisando cuestiones de estilo, y por lo cual es una de las piezas que demandó mayor tiempo de montaje: "Vimos que los bailes semifolclóricos que se muestran perdían su esencia y quisimos restituirles el genuino aire español".

Sin embargo, aun tratándose de un clásico como "Don Quijote" y con su afán inquieto y perfeccionista como motor, para Alonso los clásicos no deberían ser obras acabadas, sino que, al contrario, hay que estar atento al "polvo superficial" para recuperar el "estilo": "Siempre estamos retocando los clásicos porque las coreografías son como las grandes obras que de vez en cuando hay que arreglarles algo. Sin embargo lo que más marcamos es el estilo porque cuando se baila con técnica inconscientemente se pierde el estilo y el resultado se hace muy académico", aclaró.

Aunque Alonso ya no sube a los escenarios como bailarina, dijo que sigue "bailando". La palabra retirarse adquiere para ella un significado ambiguo: "Yo sigo vinculada a la danza y sigo bailando. Bailo con todos, sé la música, sé cuando viene el paso difícil y mis músculos se tensan. Cuando hago coreografías las veo en mi mente, y las bailo, y cómo agota eso...", aseguró.

Alonso bailó por última vez a los 72 años. "El efecto fue como quedar vacío. El corazón, todo, se va y queda nada más que la piel, pero después uno va poniendo todo dentro, empieza a crear y vuelve a vivir. Ya lo dije, sigo bailando... y además voy a vivir 200 años...!", bromeó.
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El Ballet Nacional de Cuba llega a Rosario.

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