Cada vez más conservadores desaprueban la gestión de Bush

Ron Fournier

Washington. - Los sectores conservadores descontentos están dejando en el sótano la popularidad del presidente George W. Bush y del Congreso, de acuerdo con una encuesta de AP-Ipsos que deja al descubierto por qué los republicanos temen que el día de los comicios sea una masacre. El Congreso está controlado por el Partido Republicano.

A seis meses de los comicios, se ha incrementado fuertemente la oposición a Bush y al Congreso, al igual que la cantidad de estadounidenses que creen que el país va por el camino equivocado.

El sondeo de AP-Ipsos también sugiere que los votantes de la oposición demócrata están más motivados que los republicanos. En general, las elecciones realizadas a mitad de un período presidencial suelen favorecer a la fuerza política cuyos partidarios tienen más motivaciones.

La encuesta de esta semana, realizada entre 1.000 adultos, incluyendo 865 votantes empadronados, descubrió que:

Sólo el 33% del público aprueba la gestión de Bush, el porcentaje más bajo registrado en su presidencia. A comienzos de abril, la tasa de aprobación era del 36%. El 45% de las personas que se describen como conservadoras desaprueba la administración del mandatario.

Sólo un cuarto de la población aprueba el desempeño del Congreso, una marca baja récord que representa un 5% menos con respecto al mes pasado. Un 65% de los conservadores desaprueba la gestión de los legisladores nacionales.

La mayoría de los estadounidenses manifiesta que quiere que los demócratas y no los republicanos controlen el Congreso (el 51% prefiere a los demócratas y el 34% a los republicanos). Se trata de la brecha más amplia registrada por AP-Ipsos desde que Bush asumió en el poder. Incluso el 31% de los conservadores quiere que los republicanos salgan del poder.

El malhumor de la población se ha agravado en los últimos tres meses y el porcentaje de personas que sostienen que el país marcha por el camino equivocado subió 12 puntos a una nueva marca del 73%. Seis de cada 10 conservadores opinan que EEUU está mal encaminado.

Los estrategas republicanos dijeron que el partido se encamina a perder el control del Congreso, a menos que el panorama cambie de manera inesperada. "No creo que en este momento podamos dar marcha atrás con estos porcentajes", expresó el encuestador del Partido Republicano Whit Ayres.

Manifestó que el partido necesita avances concretos en Irak y medidas de inmigración y recortes impositivos en el Congreso, entre otras cosas.

Los votantes conservadores responsabilizan a la Casa Blanca y al Congreso de incrementar los gastos gubernamentales, no prestar atención a la inmigración ilegal, y por la falta de medidas en temas sociales, como una enmienda constitucional para prohibir el matrimonio entre homosexuales. A estas preocupaciones se suman los temores por la situación en Irak, la economía, y los precios de la gasolina. Casi la mitad de la población desaprueba con firmeza a Bush, un drástico aumento con respecto a la tasa de desaprobación del 5% del 2002.