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 domingo, 22 de enero de 2006  
Desventuras de un empresario al que le dieron la captura
Un fabricante bonaerense avisó a su mujer que lo habían secuestrado. Su celular delató que hablaba desde Rosario. Estaba en una pensión con dos dominicanas

Andrés Abramowski / La Capital

El empresario bonaerense llamó a su esposa desde su celular. Le avisó que había sido secuestrado, que tenía sólo treinta segundos para hablar pero estaba bien y le pidió que no llamara a la policía. Como suele suceder en muchos de estos casos, alguien habrá aconsejado a la mujer que lo más correcto era ignorar los requerimientos de los captores y hacer la denuncia. La policía de Lomas de Zamora rastreó el celular de la víctima y lo ubicó en Rosario, por lo cual se pidió colaboración a la policía de esta ciudad. En una pensión del barrio Bella Vista los uniformados encontraron, afortunadamente sano y salvo, a Marcelo Maio. Sin embargo, el hombre de 35 años no estaba acompañado por sus secuestradores sino por dos mujeres de nacionalidad dominicana.

Al enterarse de lo que había pasado, el fiscal de Lomas de Zamora que investigó la denuncia ordenó que Maio, un empresario de reciclaje de plástico oriundo de Lanús Este, fuera regresado a su ciudad para aclarar la situación por una comisión de la policía bonaerense que viajó a Rosario a tal efecto. Si bien no podía presumirse la magnitud de los problemas judiciales que podía acarrearle la travesura, se estimaba que sería mucho más difícil aclarar lo sucedido a su esposa.

Fuentes policiales relataron que el viernes a la noche Dolores Barrionuevo estaba bastante preocupada porque no tenía noticias de su marido. Y el llamado que le hizo éste desde su Nextel, cerca de las 23, no fue para nada tranquilizador: Maio le contó que estaba bien, pero que había sido secuestrado. La mujer de 39 años fue de inmediato hasta la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora y radicó la denuncia. La Brigada Antisecuestro de esa repartición comenzó a trabajar en el caso y la Justicia ordenó intervenir el aparato de la víctima.

Si bien la mujer de Maio no volvió a recibir llamadas relacionadas con el presunto secuestro, se detectó que el aparato estaba en Rosario. Es más, ayer alrededor de las 10 de la mañana se captó otra comunicación en la cual Maio acordaba encontrarse con alguien a las 11 de la mañana en Alsina al 2100.

Con esos datos, la Brigada de Orden Público montó rápidamente un operativo de vigilancia a cargo de su titular, el comisario Eduardo Aucar, en esa cuadra del barrio Bella Vista. "Se pensaba que los secuestradores podían tener a Maio en su camioneta, una Ford F-100 de cabina simple, que también había desaparecido en Buenos Aires. Por eso dispusimos algunos patrulleros en la zona para impedir cualquier intento de fuga", señaló Aucar.

Pero en la cuadra pasaban los minutos y los policías no detectaban nada sospechoso. Empezaron a preguntar a los vecinos y nadie había visto la camioneta. Entonces llegaron hasta una pensión ubicada en Alsina 2133 y consultaron a la dueña sobre si había visto a un hombre de alrededor de 1,90 metro de altura, unos 100 kilos, pelo largo, cutis claro, que vestía remera azul y pantalón negro.

Al coincidir la descripción, los policías pidieron autorización para revisar las habitaciones. "En una encontramos a un hombre con esa descripción que estaba acompañado por dos personas en una situación que no se asemejaba en lo más mínimo a un secuestro", describió Aucar, al recordar cómo encontró a la presunta víctima conversando y tomando mate con dos mujeres de nacionalidad dominicana.

-¿Usted es Marcelo Maio?, le preguntaron.

-Sí.

-¿Usted está secuestrado?

-No.

-¿Sabe que su esposa hizo una denuncia por secuestro?

-Uuuyyy.

Tranquilo y "muy sorprendido", Maio admitió que le había dicho a su mujer que estaba secuestrado y, al parecer, alegó tener algunos problemas de pareja. Luego mencionó que se había ido de Buenos Aires porque quería hacerse un escape. "Nos comunicamos con la DDI de Lomas de Zamora -indicó Aucar- y ellos dieron cuenta de la situación al fiscal Carlos Daneri, quien ordenó que se labrara un acta para dejar constancia de que no estaba lesionado. No fue demorado, pero quedó en calidad de custodia hasta que llegara una comisión de la policía bonaerense para llevarlo de vuelta para aclarar la situación".

Ayer a la tarde Maio fue trasladado para declarar ante el Juzgado Federal Nº2 de Lomas de Zamora, a cargo de Carlos Ferreiro Pella. Allí se dirimirá si le cabe alguna imputación por falsa denuncia o algún otro delito, aunque es probable que el tribunal más rígido que tenga que enfrentar esté bajo su propio techo.
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El empresario estaba en una pesión.


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