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 domingo, 15 de enero de 2006  
Homenajes a Ibsen en el centenario de su muerte
Noruega homenajea a su gran dramaturgo con nuevas puestas, seminarios y exposiciones sobre sus obras

Henrik Ibsen murió en 1906 sin haber ganado el Premio Nobel de Literatura entregado por primera vez cinco años antes. Pero esto no impedirá a sus compatriotas noruegos celebrar al autor de "Hedda Gabler", "Peer Gynt", "Casa de muñecas" y "El pato salvaje" durante todo el año por el centenario de su muerte, que se cumple el 23 de mayo, como lo ven en realidad: el autor de teatro más importante e interpretado del mundo después de William Shakespeare.

Sus últimas palabras en el lecho de muerte fueron "Por el contrario" ("Tverimot"), con lo que dejó en su entorno un enigma similar al que creó cuando poco después de levantarse apuntó en un papel "Escribo, me va de maravillas". Desde su primer infarto, cinco años antes, no había sido capaz de escribir una sola línea.

No es casual que los organizadores, en la ciudad de Oslo, hayan convocado para la ceremonia de inauguración del "año de Ibsen" a actrices, no actores, de fama internacional. La francesa Isabelle Huppert, las británicas Vanessa Redgrave y Glenda Jackson, la alemana Angela Winkler, la rusa Natalia Teniakova y las suecas Liv Ullman y Bibi Andersson serán premiadas por sus interpretaciones en piezas de Ibsen. Quizá sus nombres ayuden también a promocionar el evento. Ibsen creó muchos más personajes femeninos que masculinos para el escenario.

Sobre todo Hedda Gabler y Nora de "Casa de muñecas", figuras luchadoras de grandes contradicciones que luchan por su lugar en un falaz mundo burgués siguen ejerciendo la misma atracción para el teatro. Ibsen escribió ambas obras con sus inconfundibles patillas durante su exilio en Dresde, Roma y Munich entre 1864 y 1891 después de una bancarrota teatral en Oslo, que en aquel momento se llamaba Christiana y, al igual que el resto de Noruega, perteneció a Suecia hasta 1905.

Como señaló el biógrafo del dramaturgo, Robert Ferguson, el escandinavo regresó de Munich al norte en parte por las molestias que le ocasionaba la envidia que su éxito despertaba entre los autores alemanes. A fines del siglo XIX, Ibsen, con su piezas naturalistas y luego más cercanas al simbolismo, era uno de los autores más representados e influyentes en Alemania.

En el marco de las tensiones separatistas con Suecia, Ibsen y su colega, amigo y competidor Bjornstene Bjornson (1832-1920) fueron ganando el estatus de "autores nacionales". Los 70 años de Ibsen fueron festejados con toda pompa en Oslo, pero también en Estocolmo, donde trabajaba su idolatrado August Strindberg (1849-1912). Ibsen estaba tan fascinado con este malhumorado autor que escribió sus últimas obras bajo su retrato. Strindberg, quizás el misógino más genial en la historia de la literatura, devolvía la admiración con límites y expresó su desagrado por el "feminismo" de la Nora de Ibsen.

Hasta el otoño boreal, Ibsen será honrado con incontables representaciones, seminarios, exposiciones y eventos que incluyen hasta un show de moda. El cierre tendrá lugar el 26 y 27 de octubre con una versión musicalizada de "Peer Gynt" en su escenario original: el desierto egipcio frente a la esfinge de las pirámides de Giza. (DPA)
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